El defenestrado cardenal Angelo Becciu, declarado culpable de malversación, se confiesa en una entrevista concedida a Il Corriere della Sera: «Gritaré mi inocencia al mundo con la fuerza de la verdad”.
El Tribunal Vaticano le ha declarado culpable de tres cargos de malversación y condenado a 5 años y 6 meses más la confiscación de 200 millones y 500 mil dólares y una multa adicional de 8.000 euros, pero el cardenal Becciu mantiene su inocencia y revela el trasfondo de su relación con el Papa en una entrevista concedida a Il Corriere della Sera.
El cardenal, que estuvo en el centro de la investigación sobre la propiedad de lujo adquirida por el Vaticano en Londres, valorada en más de 200 millones de euros, cuando era número dos (‘sostituto’) en la Secretaría de Estado de la Santa Sede, asegura que es inocente y que actuó “en base a lo estudiado y propuesto por nuestras oficinas. Durante cuatro años han manchado mi honor. La inversión de la suma fue autorizada por mi Superior, el entonces Cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone. No estuve involucrado en inversiones. Como ‘sostituto’ tenía otras cosas en qué pensar. El cargo me presentó la oportunidad como muy ventajosa para la Santa Sede. Sin delito, sin beneficio personal. Y cuando la Secretaría de Estado decidió comprar todo el inmueble del Palacio yo ya no era sostituto».
Becciu tiene duras palabras contra la actuación del Vaticano: “Con el proceso contra mí, se ha perdido la oportunidad de mostrar al mundo cómo administrar justicia respetando los derechos de los acusados. Nunca entró ni un centavo en mi bolsillo. Di mi vida por la Iglesia, sirviéndola en todo el mundo, en las diversas Nunciaturas, con dedicación y compromiso».
Luego se centra en su relación con el Papa Francisco. “Me dijo que me sometiera al juicio con calma», y vuelve a la grabación de la llamada telefónica. “Con el juicio en ciernes y el Santo Padre en precaria salud, le pedí al Papa Francisco si podía poner por escrito cosas que sólo él y yo sabíamos, que me había autorizado a mediar para la liberación de una monja colombiana en Mali . Me pidió que le escribiera una carta y esperara su respuesta. Pero la carta que recibí era dura, severa, un lenguaje que no era el suyo. No lo reconocí. Le devolví la llamada, lo hice para salvarme y grabé nuestra conversación, nunca usé esa grabación pero inmediatamente corrí hacia Francesco para disculparme y explicarme. Estaba desesperado. Me condenaron por haber defraudado al Papa en este asunto: es un absurdo total. Desgraciadamente alguien le dijo al Papa muchas mentiras contra mí».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Al leer el artículo da la sensación de que el Vaticano es un lugar repleto de intrigas y complots donde nadie puede fiarse de nadie y donde los «corre ve y diles» campan a sus anchas. ! Qué ambiente tan siniestro y poco fraterno!!
Es verdad. Más allá de si es o no inocente este cardenal, se ve que a los que a ellos no les agradan, se los trata como en la antigua URSS.
Y un buen ejemplo de ello es el trato vejatorio al inocente profesor de Gaztelueta por parte del Vaticano, en el caso Cuatroquesos.
¿ QUIÉN MEJOR QUE ÉL, QUE TRABAJO ALLÍ POR MUCHOS AÑOS, PUEDE CONOCER LAS MECÁNICAS CURIALES Y JUDICIALES PROPIAS DEL PEQUEÑO Y SINGULAR ESTADO DEL VATICANO ?
Si lo sabra bien el mafioso de Beciu, que hasta que lo laminaron a el, era uno de los principales secuaces de Bergoglio.