El Papa Francisco recibió el sábado por la mañana a los directores de Obras Misionales Pontificias acompañados por el cardenal Tagle, pro-prefecto del Dicasterio correspondiente, el secretario, arzobispo Nwachukwu, el secretario adjunto, arzobispo Nappa, que es presidente de las OMP, y los cuatro secretarios generales.
En su discurso, Francisco aseguró que «la misión cristiana no consiste en transmitir una verdad abstracta o una convicción religiosa -y mucho menos en hacer proselitismo-, sino, ante todo, en hacer que las personas con las que nos encontramos tengan la experiencia fundamental del amor de Dios, y podrán encontrarla en nuestra vida y en la vida de la Iglesia si somos sus testigos luminosos, reflejando un rayo del misterio trinitario».
Francisco volvió a arremeter por enésima vez contra el proselitismo. Para hablar contra esta práctica, el Papa volvió a compartir una experiencia personal que ya narró hace un año cuando echó la bronca a una mujer por «hacer proselitismo». Así lo ha vuelto a contar el Pontífice: «Estando en una de las Jornadas de la Juventud, cuando salía del teatro donde había habido una reunión, se acercó una señora que pertenecía a un grupo católico -ultra, también, diestra, «por el olor» se notaba- y la señora iba con un chico y una chica y me dijo: «¡Santidad, quiero decirle que yo convertí a estos dos! Los convertí!» La miré a los ojos y le dije: «¿Y quién los convertirá a ustedes?». Esta misión de conversión, hay grupos religiosos que llevan el catálogo de conversiones, esto es muy feo. Sólo una anécdota».
Así mismo, el Papa les ha pedido a los miembros de Obras Misionales Pontificias que sigan con el proceso de renovación de los Estatutos ya que no hay casi ninguna institución en la que el Papa en su pontificado no haya metido mano. «Es importante actualizar los Estatutos. Es necesario, pues, un camino de conversión misionera para todos y, por tanto, es importante que haya oportunidades de formación, tanto personal como comunitaria, para crecer en la dimensión de la espiritualidad misionera «comunitaria»», aseguró el Papa.
Por otro lado, el Papa ha incidido en que «la misión de la Iglesia tiene como finalidad «dar a conocer y hacer conocer a todos la “nueva” comunión que en el Hijo de Dios hecho hombre ha entrado en la historia del mundo» aunque ha advertido que no se puede olvidar que «la llamada a la comunión implica un estilo sinodal: es decir, caminar juntos, escucharnos, dialogar, discutir juntos, pero siempre en comunidad».
Como aspecto positivo de este controvertido discurso del Papa a los miembros de OMP, Francisco ha hecho mención al testimonio martirial que ha dado en los últimos días un grupo de católicos del Congo, de Kivu Norte. «Fueron degollados, simplemente porque eran cristianos y no querían convertirse al Islam. Hoy existe esta grandeza de la Iglesia en el martirio. Y volvamos un poco atrás, hace cinco años, en la playa de Libia, esos coptos degollados estaban de rodillas diciendo: «Jesús, Jesús». La Iglesia en el martirio es la Iglesia de la tenacidad del Señor», sentenció el Obispo de Roma.