Comienza la Asamblea Plenaria de los obispos. La Comunidad de Lanceros va a seguir de cerca lo que pase. Nuestro Corresponsal en la sede de la Conferencia Episcopal Española nos asegura que el ambiente es tenso.
Uno de los temas que más conflicto crea es si los obispos dirán algo sobre la Amnistía y la sentencia de muerte a la Constitución de 1978 que Pedro Sánchez ha dictado con sus pactos con los independentistas catalanes y vascos y los herederos de ETA.
Según nuestro corresponsal en la Conferencia Episcopal, el cardenal Juan José Omella se niega a que los obispos saquen cualquier tipo de declaración con el argumento de que él va a tratar este tema en el discurso inaugural. También apunta nuestro correspondiente que el cardenal Omella le quiere pasar el muerto al obispo secretario general de la Conferencia Episcopal César García Magán para que lo lidie en la rueda de prensa final con los periodistas. Le pasará lo mismo que con la rectificación que le hicieron los obispos catalanes la última vez que le preguntaron los periodistas por la Amnistía.
Con esta negativa de Omella se estaría posicionando claramente a favor de los obispos catalanes, liderados por el arzobispo de Tarragona Planellas, que resulta ser más nacionalista catalán que los que le precedieron en esa sede. Cosa harto difícil. Los obispos catalanes están dispuestos a acusar a los obispos españoles que han hablado hasta ahora de hacer política a favor de las derechas y de la ultraderecha y también de ingerirse en sus diócesis.
Un miembro de la Comunidad de Lanceros apunta a que quizá sea mejor que los obispos no digan nada por lo que pueden llegar a decir si su declaración pública es fruto del consenso clerical. O si siguen las pautas de lo que afirmó la Comisión Permanente ante la situación en Cataluña el 22 de septiembre de 2017. Entonces señalaron que “los obispos queremos en primer lugar hacer nuestros los deseos y sentimientos manifestados recientemente de forma conjunta por los obispos con sede en el territorio de Cataluña, auténticos representantes de sus diócesis”. Añadieron que “invitamos a la oración por quienes en este momento difícil “tienen la responsabilidad en el gobierno de las diferentes administraciones públicas, de la gestión del bien común y de la convivencia social”, a fin de que todos seamos guiados “por la sensatez, y el deseo de ser justos y fraternos”, y con responsabilidad “avanzar en el camino del diálogo y del entendimiento, del respeto a los derechos y a las instituciones y de la no confrontación, ayudando a que nuestra sociedad sea un espacio de fraternidad, de libertad y de paz”.
Diego Lanzas