Durante estos días, numerosos usuarios han mostrado su estupefacción por los contenidos que enseña un libro de religión de la editorial SM.
Este libro de religión te invita en sus páginas a descubrir quien es Óscar Camps. Lo presentan como «un socorrista que trabajaba en las playas de Barcelona». Cuenta el libro que Óscar, un día viendo las noticias de personas que cruzan el mar pensó que tenía que hacer algo para ayudar a aquellos que quieran cruzarlo. «En 2015 fundó la ONG Open Arms. Su misión es proteger en el mar a aquellas personas que intentan llegar a Europa huyendo de conflictos bélicos persecución o pobreza», se lee en este libro de religión.
Toda esta propaganda de Camps sirve al libro para afirmar que «Jesús nos enseña que Dios nos quiere y nos cuida como un Padre».
Además de que un libro de religión católica se dedique a promocionar Open Arms, también compran el discurso ultraecologista. El libro habla también del problema del cambio climático «provocado por la actividad humana» y cuyas «consecuencias son muy graves» ya que provoca «la pérdida de especies», «el deshielo» o incluso «hambre, sequía y pobreza».
El libro de religión propone como solución a los alumnos que profundicen sobre la «Carta a la Tierra» que escribieron «un grupo de personas de diferentes culturas y creencias preocupadas por la salud del planeta».
Aprobación de la CEE
A pesar de la incredulidad de muchos por los contenidos que se enseñan en las clases de religión, la Conferencia Episcopal Española ha confirmado a InfoVaticana que «la Comisión para la Educación y Cultura, según establece la normativa canónica, revisa que el contenido de los libros de texto de la asignatura de Religión sea conforme a la doctrina y moral católicas; en este sentido, el libro indicado cuenta con la oportuna aprobación«.
De este modo queda confirmado que el libro está revisado y aprobado por los obispos españoles y esos son los conocimientos de religión católica que quieren para los alumnos que deciden cursar la asignatura.
¿Quién es Óscar Camps?
El periodista experto en inmigración, Rubén Pulido, ha escrito en La Gaceta de la Iberosfera sobre Óscar Camps, fundador de Open Arms. Pulido cuenta que Camps fue acusado de explotación laboral. Según afirmaron en el año 2018 desde la cuenta oficial de la Sección Sindical de Amarradores del Puerto de Barcelona de la CNT, Camps era «conocedor de todos los incumplimientos —con sus trabajadores—, hasta tal punto de que, ante las demandas judiciales de algunos, ni siquiera se presenta en los procedimientos».
La sección sindical de la CNT en el Puerto de Barcelona le acusó de «reducir los salarios de sus trabajadores» y de «reducir el tamaño de las plantillas, haciendo que algunos de sus trabajadores trabajasen durante «jornadas de 10 horas diarias sin descanso». Además, el fundador de Open Arms fue acusado de «fraude en la contratación, haciendo que una relación fijo-discontinua pase a ser temporal por obra y servicio, abaratando los costes de despidos y salidas de personal».
Además, cuenta Rubén Pulido que «tan irregulares eran las prácticas de Òscar Camps con sus trabajadores, que en el año 2018, su empresa —Pro-Activa Serveis Aquàtics S.L.— fue condenada a indemnizar con 6.251 euros a uno de sus trabajadores en concepto de ‘daños morales'». Además, Camps fue obligado a readmitir al trabajador despedido injustamente en su puesto de trabajo «en las mismas condiciones que regían antes de dicha decisión extintiva, con abono de los salarios dejados de percibir desde que la misma se produjo».
Investigado por favorecimiento de la inmigración ilegal
A las irregularidades con sus empleados se suman al menos dos imputaciones a la ONG de Òscar Camps por favorecimiento de la inmigración ilegal y violencia privada contra el Ministerio del Interior italiano.
Las primeras diligencias de investigación sobre Open Arms vienen dictadas por los tribunales de Catania (Italia), donde tras un controvertido rescate en el año 2018 en aguas cercanas a Libia —zona de mayor operatividad de las mafias de la inmigración ilegal—, la ONG hizo caso omiso a las órdenes del Centro de Operaciones, Coordinación y Rescate de Roma (IMRCC).
Las segundas diligencias de investigación, dictadas por los tribunales de Ragusa (Italia), señalaron también a la ONG por tales hechos. Open Arms hizo caso omiso a las indicaciones y órdenes expresas que se le estaban dando. Pese a que se indicó desde el IMRCC que dos de las embarcaciones con aproximadamente 200 inmigrantes ilegales presentaban «buenas condiciones de flotabilidad», existían «muy buenas condiciones meteorológicas» y todos los inmigrantes ilegales iban «provistos de chalecos salvavidas», Open Arms no obedeció y puso a sus patrulleras rumbo a estas embarcaciones.