El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves, se encuentra de viaje en México. Este pasado domingo, se celebró en el santuario de Ntra. Sra. de Guadalupe, el acto de hermanamiento entre los santuarios dedicados a la Santa María de Guadalupe.
La Misa del domingo fue el momento central de la visita del arzobispo de Toledo a la ciudad de México. La Misa fue concelebrada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, y Cerro Chaves. A esta celebración acudió también el cardenal arzobispo emérito de México Norberto Rivera y los obispos auxiliares de la sede metropolitana.
Durante la homilía, el cardenal mexicano dijo que «desde hace más de un año, hemos escuchado la palabra fuerte y emotiva del Papa Francisco, quien con valentía señala el grave error de propiciar la guerra, como recurso para solucionar problemas, ya que genera múltiples desgracias y causa inmenso daño a personas inocentes. La violencia siempre conduce a la destrucción y a la muerte».
El purpurado invitó a los fieles a preguntarse «¿cuál ha sido mi camino, me he guiado por criterios humanos, o me he esforzado por discernir la Voluntad de Dios para mí, y he actuado de acuerdo a lo que voy descubriendo me pide el Señor Jesús?» Carlos Aguiar aseguró que «ir contra la voluntad de Dios es dejarse llevar por Satanás. Las adversidades hay que afrontarlas con la certeza, que Dios estará de nuestro lado».
El cardenal Aguiar hizo mención a la presencia de Francisco Cerro, arzobispo de Toledo,» quien nos ha dirigido una reflexión al inicio de esta Eucaristía, y nos ha entregado una hermosa imagen, tal como se venera en España para corresponder a nuestra visita al Santuario de Guadalupe en España, cuando en febrero pasado, concelebramos la Eucaristía y firmamos una declaración conjunta como hermanamiento de los dos Santuarios, bajo la advocación de María de Guadalupe».
«De esta manera, deseamos que las diversas advocaciones, a lo largo de la historia, que ha recibido “la Madre del verdadero Dios por quien se vive” sean reconocidas y veneradas, sabiendo que es la misma Virgen María, que concibió en su seno a Jesús, pero que cumple en diferentes países y lugares una misión específica para orientar y auxiliar a los discípulos de su Hijo Jesús», agregó Aguiar.
Antes de finalizar la homilía, el arzobispo se dirigió a la Virgen de Guadalupe para pedirle por el arzobispo de Toledo para «que lo acompañes y fortalezcas en su misión, y por todo el pueblo español, de donde vino la fe a nuestras tierras, la fe que tú, hace ya 492 años, te mostraste de forma admirable en el ayate de San Juan Diego Cuautlatoatzin, facilitando que nuestros pueblos originarios fueran capaces de descubrir “al verdadero Dios por quien se vive”, Jesucristo, Nuestro Señor».