De nuevo bajo el pretexto de custodiar el carisma de la Institución, el Papa Francisco ha decidido descabezar la Orden de Malta.
La decisión de Francisco era previsible tras el nombramiento hace un tiempo de un cardenal comisario que se encargaba de vigilar el funcionamiento interno de la Orden de Malta.
La Soberana Orden Militar Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta siempre ha gozado de una protección particular por parte de la Sede Apostólica.
«Los Romanos Pontífices en numerosas ocasiones -empezando por el Papa Pascual II, quien con la Bull Pie postulatio voluntatis aprobó esta Orden, asegurándole protección y otorgándole derechos y privilegios- intervinieron para afirmar su identidad, para mantener las operaciones, para ayudar a superar las crisis, así como garantizar la existencia y desarrollo de la Orden de Jerusalén, también en sus prerrogativas de soberanía en el ámbito internacional», escribe Francisco antes de comunicar sus medidas.
El Obispo de Roma recuerda que «según la Sentencia del 24 de enero de 1953, dictada por la Corte Cardenalicia instituida el 10 de diciembre de 1951 con el quirógrafo de mi predecesor el Papa Pío XII, de venerable memoria, las «prerrogativas inherentes a la Orden […] como sujeto de derecho internacional […], que son propios de la soberanía, […] sin embargo, no constituyen en el Orden ese conjunto de poderes y prerrogativas, propio de los órganos soberanos en el pleno sentido de la palabra”. De hecho, la Orden es «una Orden religiosa, aprobada por la Santa Sede […]. Además de la santificación de sus miembros, también persigue fines religiosos, caritativos y asistenciales”. Además, “Las dos cualidades de una Orden soberana y una Orden religiosa […] están íntimamente conectadas entre sí. La calidad de la Orden soberana de la Institución es funcional, es decir, encaminada a asegurar la realización de la Orden misma y su desarrollo en el mundo” (Acta Apostolicae Sedis 45 [1953], 765-767)».
Todo lo anterior sirve para justificar que «siendo una Orden religiosa, depende, en sus diversas formas, de la Santa Sede», lo que le da la potestad a Francisco de intervenir y tomar la decisión que bien le parezca, aunque sea poco consecuente con la escucha y el proceso sinodal.
Francisco añade que «con paternal solicitud y preocupación he seguido el camino de la Orden en los últimos años, apreciando los trabajos realizados en varias partes del mundo, también gracias a la generosa contribución de los Miembros y Voluntarios, y notando también la necesidad de iniciar una profunda espiritualidad, moral e institucional de toda la Orden, especialmente y no sólo de los Miembros de Primera Clase, sino también de los de Segunda Clase».
Cese de los altos mandos y Congreso extraordinario en enero
Francisco explica que encomendó al Cardenal Silvano Maria Tomasi la labor de reforma de la Orden de Malta, así como la revisión de la Carta Constitucional y del Código Melitense y la preparación del Capítulo General Extraordinario. El Papa afirma que «se han dado muchos pasos, pero también se han encontrado muchos obstáculos y dificultades en el camino».
Con todo eso, Francisco ha decidido intervenir directamente tras haber escuchado a miembros de la Orden. Entre las medidas del Pontífice se encuentra la nueva Carta Constitucional de la Orden que ha entrado ya mismo en vigor.
Entre otras medidas, el Papa ha revocado a los Altos Oficios, la disolución del actual Consejo Soberano y ha nombrado una «gestora» hasta la celebración del Congreso extraordinario el próximo mes de enero.
Fra ‘Emmanuel Rousseau ha sido nombrado Gran Comendador y Riccardo Paternò de Montecupo como Gran Canciller.
Será el próximo 25 de enero de 2023, fiesta de la Conversión de San Pablo, cuando se realizará el Congreso extraordinario de la Orden de Malta por indicación del Papa. El Capítulo General Extraordinario será preparado por el «cardenal comisario» y el Lugarteniente del Gran Maestre, asistidos por el Soberano Consejo provisional.
De igual modo, el Papa confirma «todas las facultades atribuidas en el pasado a mi Delegado Especial hasta la conclusión del Capítulo General Extraordinario, que será copresidido por él y el Lugarteniente del Gran Maestre».
La Orden de Malta acepta la decisión de Francisco
«En nombre de toda la Orden, agradezco sinceramente a Su Santidad el Papa Francisco y a su Delegado Especial, el Cardenal Silvano Tomasi, el cuidado, la precisión y el amor que han mostrado por nuestra Orden». Este es el comentario de Fray John Dunlap, Lugarteniente del Gran Maestre y Jefe del Gobierno Provisional de la Orden – «La Orden de Malta», escribe Dunlap en un comunicado, «acoge con satisfacción las acciones paternales de Su Santidad, que demuestran el gran amor que el Pontífice siente por nuestra Orden».
«En su cuidadoso examen de las diversas propuestas presentadas en los últimos meses, el Papa ha marcado un rumbo que promete asegurar el futuro de la Orden tanto como Instituto Religioso como como Entidad Soberana». Por ello, Fray Dunlop califica la decisión de Francisco de «facultar a un Gobierno Provisional» como un primer paso «en un plan claro para un gobierno más eficiente y racionalizado de la Orden».
Con este decreto, se trata de la segunda intervención o reajuste promovido por Francisco en mes y medio, para salvaguardar el carisma de la Institución, tras el Motu Proprio del pasado mes de julio donde ordenó al Opus Dei modificar sus Estatutos, además de comunicar que el prelado no será obispo.