El Santo Padre ha disipado lo rumores sobre su posible renuncia que han sido la comidilla de los comentaristas católicos en medios y redes sociales: no se plantea renunciar. Lo confirma la agencia Reuters.
La precaria salud del Santo Padre y una visita a la tumba de Celestino, el Papa que renunció y se retiró como ermitaño, dispararon los rumores sobre una inminente renuncia de Francisco, siguiendo los pasos de su predecesor, Benedicto XVI, aún vivo y aún recibiendo el tratamiento de Su Santidad, abriendo la surrealista de tres Papas en Roma, dos eméritos y uno ‘en funciones’.
Pero los rumores son solo rumores, y el Papa los ha disipado en una entrevista exclusiva en su residencia vaticana.
«Todas estas coincidencias hicieron que algunos pensaran que sucedería la misma ‘liturgia'», declaró. «Pero nunca me pasó por la cabeza. Por el momento no, por el momento no. ¡De verdad!». También ironizó sobre los rumores en torno a su salud y al hecho de padecer cáncer, diciendo que sus médicos «no me dijeron nada al respecto», y por primera vez dio detalles de la afección de la rodilla que le ha impedido realizar algunos deberes.
Sin embargo, eso no significa que Francisco descarte la idea por completo, y de hecho reiteró su opinión de que podría renunciar algún día si su mala salud le imposibilitara dirigir la Iglesia, algo que había sido casi impensable antes de Benedicto XVI. Cuando se le preguntó cuándo pensaba que podría ser eso, dijo: «No lo sabemos. Dios lo dirá».