El Vaticano supervisará, a partir de ahora, la aprobación de las asociaciones públicas de fieles

El Vaticano supervisará, a partir de ahora, la aprobación de las asociaciones públicas de fieles

Siguen llegando a cuenta gotas nuevas medidas y decisiones tomadas por el papa Francisco.

En esta ocasión, la Santa Sede ha comunicado que «el Santo Padre Francisco, en audiencia concedida el 7 de febrero a los abajo firmantes cardenal Prefecto y arzobispo Secretario del Dicasterio para los Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica ha aprobado de manera específica la siguiente disposición:

“El Obispo diocesano, antes de erigir –por decreto– una asociación pública de fieles con vistas a convertirse en un Instituto de Vida Consagrada o en una Sociedad de Vida Apostólica de derecho diocesano, debe obtener la autorización escrita del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica”.

El Santo Padre además ha dispuesto que el presente rescripto se ha promulgado mediante su publicación en L’Osservatore Romano, entrando en vigor inmediatamente, y que posteriormente sea publicado en el comentario oficial de las Acta Apostolicae Sedis.

Esto mismo fue lo que le trasmitió Francisco al cardenal Prefecto del Dicasterio para los Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica, João Braz, y al arzobispo secretario de la misma José Rodríguez Carballo.

Según el portal oficial de la Santa Sede, Vatican News, afirma que «el Rescripto, que entró en vigor el 15 de junio con su publicación en L’Osservatore Romano, se inserta en el marco de la sinodalidad promovida por Francisco, con la intención de desarrollar una colaboración más estrecha entre las oficinas de la Santa Sede y los obispos diocesanos en una «escucha mutua», como había subrayado el Papa en su discurso a la Asamblea Plenaria de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica el 11 de diciembre del año pasado».

«Escucha y colaboración que se declinan en un proceso de discernimiento y acompañamiento con especial atención a las recientes fundaciones y a las nuevas formas de vida consagrada, tal y como establece el Código de Derecho Canónico (can. 605)», se lee en Vatican News.

A pesar del intento de vender esta decisión como algo también «sinodal», suena más bien a todo lo contrario. Roma toma mayor control y poder en detrimento de la autonomía propia de los obispos.

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