El periódico diocesano de Poitiers publica un largo artículo escrito por padres de personas homosexuales que reprochan a la Iglesia una mirada «juzgadora» y no suficientemente comprensiva y esperan que antes o después reconozca sus errores por no aceptar la homosexualidad.
(Marco Tosatti / La Nuova Bussola Quotidiana)– La denuncia la hace el portal francés Riposte Catholique. En la diócesis de Poitiers, guiada por Mons. Pascal Jean Marcel Wintzer, se ha publicado en el periódico diocesano un largo artículo, anónimo, escrito por padres de personas homosexuales que reprochan a la Iglesia una mirada «juzgadora» y no suficientemente comprensiva, lamentan la posición que adoptó la Iglesia en ocasión de la aprobación de la ley sobre el «Matrimonio para todos» y esperan que antes o después reconozca sus errores por no aceptar la homosexualidad y los comportamientos homosexuales.
Riposte Catholique critica severamente lo ocurrido: «Es inaceptable leer un artículo de este tipo en un periodico oficial católico, en el que se denigra la acción de los propios hermanos, que se movilizaron contra la ley Taubira; el movimiento La Manif Pour Tous no desprecia a los homosexuales». Entre otras cosas, si no recuerdo mal, del Movimiento forman parte también personas homosexuales, que tomaron la palabra en público durante las manifestaciones. Continúa Riposte Catholique: «El autor del artículo emplea voluntariamente un tono agresivo y se considera, como también la acción de la diócesis, en ruptura con la doctrina de la Iglesia católica… y probablemente tiene razón».
Riposte Catholique acusa a la diócesis de «secularización», de «deriva hacia una concepción humanista de la Iglesia». La diócesis de Poitiers no tiene casi vocaciones y «los últimos y escasos candidatos que hay prefieren ir a formarse a otro lugar para recibir una enseñanza de mejor calidad».
He aquí algunos pasajes del largo artículo: «El día que supieron de la homosexualidad de sus hijos, algunos padres habrían deseado que la Iglesia fuera un lugar de palabra y de apoyo. Piden para su familia respuestas que no sean el silencio y el juicio. Ante su petición aparecen los primeros signos de una palabra, sobre todo en la diócesis de Poitiers». E, immediatamente después, inicia la crítica sobre lo que la Iglesia enseña respecto a las tendencias y los comportamientos homosexuales: «Por desgracia, no ha sido la Iglesia la que nos ha ayudado, porque su posición, sobre todo durante el periodo de la ley del «Matrimonio para todos», nos ha disgustado. La sociedad está dando grandes pasos y, de nuevo, muchos cristianos se quedan fuera de esta evolución. Es difícil sentirse cómodos en una Iglesia que no reconoce a una parte de sus miembros. ¿Llegará a reconocer sus errores del pasado?».
Es forzoso deducir que los «errores del pasado» son la falta de reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo por parte de la Iglesia. Sigue el autor: «De nuestro ambiente religioso esperamos algo distinto a ’No sé nada de la homosexualidad’, porque esta excusa no se sostiene, y ya está. Demasiados cristianos no se atreven a afrontar el tema… esperamos una atención llena de benevolencia: ’Habladnos de vuestros hijos. ¡Debe ser difícil para vosotros!’. Que reconozcan, lo primero, nuestro sufrimiento…».
Pero no es sólo comprensión lo que esperan, sino también un reconocimiento: «Queremos que nuestros hijos homosexuales sean acogidos sin distinción, como siempre hizo Jesús… La Iglesia debe ayudar a liberar la palabra, cambiando la mirada de sus miembros. Para ello, basta volver al Evangelio, quitándose la camisa de fuerza del miedo que lo único que hace es crear una moral rígida, petrificada a lo largo de la historia. Deseamos que nuestras comunidades no copien este mismo esquema, que culpabiliza y juzga». Por último, afirma que en la diócesis hay iniciativas (¿en qué dirección? No se explica) y hace un llamamiento a los padres de personas homosexuales: «A veces tenemos la impresión que en la Iglesia no se hace nada por las personas homosexuales. Esto no es exacto, algo sucede en Vienne y Deux-Sèvres. Padres con un hijo homosexual, ¡uniros a nosotros! Desde hace cinco años, Mons. Wintzer ha nombrado a alguien en la diócesis (Isabelle P.) para este tema. Algunas iniciativas parece que están haciendo estallar algunas camisas de fuerza. Estas acciones se hacen sin ruido, no se habla suficientemente de ellas. Queremos agradecer a nuestro arzobispo la valentía de haber abierto la puerta».
(Artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana. Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)