Pedro J. Ramírez hace ahora apología del incesto

Pedro J. Ramírez hace ahora apología del incesto

Pedro J Ramírez, promotor habitual de todo tipo de prácticas sexuales enfermizas, intenta normalizar ahora las patológicas relaciones sexuales de un padre con su hija.

«Habla el padre que tuvo una hija con su hija: Mi mayor delito ha sido enamorarme». Así titula el diario de Pedro J, «El Español», un artículo dedicado a contar la historia incestuosa de Cristino, de 37 años, y Sara, su hija de 19 años.

El periódico de Pedro J. Ramírez ha decidido dar voz a la normalización del incesto y a la relación sentimental entre un padre y su propia hija, que además han tenido una hija juntos. Una niña que es nieta de su padre.

«La historia de Cristino y Sara, como él mismo reconoce, es difícil de explicar y complicada de entender. Se enamoraron hace tres años y hace justo uno que nació su hija», comienza el artículo, que también recoge la queja de Cristino sobre los «tabúes morales» después de que le haya sido retirada la custodia de la niña que ha tenido con su propia hija, a la que dejó embarazada cuando solo tenía 17 años.

El texto culmina con una reflexión sobre la situación descrita y se señala que se trata de un debate «entre la moral y la razón, la cabeza y el corazón, el juicio y la aceptación». Asimismo, se hace referencia a «la fortaleza y la debilidad» para afrontar «cuestiones de exquisita complejidad».

Continúan de esta forma los intentos de presentar el incesto como si solo fuera un «tabú moral» o una realidad «compleja» que choca con las costumbres y la mentalidad de una determinada sociedad. En el año 2012, en un artículo del diario «El País» se sostenía que el incesto es la «última barrera» cuando ya la sociedad acepta casi cualquier tipo de relación entre adultos.

Hace unos meses, el programa «Cámbiame» de Telecinco fue denunciado ante la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) por promover el incesto en horario infantil al presentar la historia de dos hermanos que anunciaron ante las cámaras que mantenían una relación sentimental.

A pesar de la pretensión de normalizar estas relaciones, el Catecismo de la Iglesia católica señala que el incesto -definido como relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio- «corrompe las relaciones familiares y representa una regresión a la animalidad».

Asimismo, en el Catecismo se recuerda que San Pablo condena esta falta «particularmente grave»: “Se oye hablar de que hay inmoralidad entre vosotros […] hasta el punto de que uno de vosotros vive con la mujer de su padre. […] En nombre del Señor Jesús […] sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne…” (1 Co 5, 1.4-5).

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