Esto ya no hay quién lo pare. Estamos en vísperas de la befana, de los Reyes Magos en la tradición hispana, y las noticias sobre el ‘schiaffo’ de la tarde de San Silvestre sigue ocupando la información e inundando la red. No es fácil encontrar una traducción adecuada y el ‘schiaffo’ italiano puede corresponder al ‘cachete’ español, pero nos parece que no refleja bien el hecho sucedido. Si bien el cachete no fue propiamente un bofetón en el rostro es evidente que no fue nada cariñoso y estaba rodeado de gestos de violencia increíbles e intolerables en cualquier persona pública. El Papa Francisco tiene ‘malas pulgas’ o muy ‘mala leche’ que tanto monta. Para sus colaboradores más cercanos esto no es ningún secreto pero creemos que este hecho ha colmado el vaso y lo ha manifestado públicamente.
Es una triste situación en la que vemos al Papa Francisco ridiculizado y siendo el hazmereir universal por sus faltas de paciencia. Son muchos los que piensan que el verdaderos rostro del Papa Francisco se ha manifestado y que la presunta humildad y sencillez es más falsa que el caballo del malo de la película. El propio Papa Francisco ha reconocido su metedura de pata y ha pedido perdón lo que deja en una posición absurda a sus defensores. La defensa de un hecho que el protagonista considera erróneo, una perdida de paciencia y un mal ejemplo, es increíble. Estamos ante una persona falsa que intenta disimular sus verdaderos sentimientos y que teatraliza su imagen pública. Lo que muchos están descubriendo es que estamos ante un personaje sin fundamento, vacío, que está arrastrando a la Iglesia Católica a una situación sin precedentes. Papas tenemos de todos los estilos y colores pero es los tiempos modernos no encontramos un ninguno que haya caído en lo grotesco. Esto va más allá de estar a favor o en contra de una línea de pensamiento o de sensibilidad, como se dice ahora, el problema es que aquí no hay nada.
Hoy no basta con controlar los grandes medios de comunicación, la red está divulgando y convirtiendo los hechos de San Silvestre en un episodio que marca un antes y un después del pontificado. Es la gota que ha colmado el vaso y a partir ahora será complicado recoger el agua derramada. Empezamos a tener recopilaciones de episodios similares que hasta ahora habían pasado desapercibidos pero que indican un ‘modus operandi’ habitual en el Papa Francisco, su mal humor le lleva a tener la mano larga y a ser agresivo incluso físicamente. En los países occidentales, no digamos en España, si está señora denuncia al Papa Francisco por agresión, y los hechos están filmados y demostrados, la condena es más que segura. Si queda un poco de dignidad en el Papa Francisco, lo veremos, lo estará pasando muy mal al ver su trabajada y artificial imagen pública hundida y denigrada. No hacen falta muchos comentarios, las imágenes son terribles y su cara lo dice todo.
Poco a poco iremos descubriendo que estamos en un pontificado fallido que se ha pretendido fundamentar en una falsa imagen del Papa Francisco y se han intentado aplicar a la iglesia categorías políticas. El velo está cayendo y lo que vemos detrás no gusta nada ni a propios ni a extraños. Si repasamos las grandes apuestas de estos años iremos viendo cómo se buscan soluciones de imagen pública pero no un verdadero tratamiento de los problemas. La presunta reforma de la curia no existe y los pasos dados han complicado las cosas sin resolver ninguna. Del tema de abusos mejor no hablamos, la bola sigue creciendo y los maquillajes nada arreglan. Los escándalos financieros siguen aumentando y reinando sobre el caos existente. Estos días muchos estarán entendiendo lo complicado que es trabajar con quien tiene tantas faltas de paciencia imponiendo a la fuerza las cosas mas descabelladas que se puedan imaginar.
Un imán en Milán, de los considerados moderados, centra su reflexión hablando de los cristianos como bestias. Otro que sin duda ha visto los hechos de San Silvestre.
Los ‘sin techo’ que rodean el Vaticano siguen encontrándose con las puertas cerradas. Otro hecho que nos demuestra lo fácil que es hablar y lo complicado que es abrir la puerta a quien lo necesita.
«Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez».
Buena lectura.
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