He contemplado el debate a tres acompañado de cuatro matrimonios católicos. Al final hemos sacado nuestras propias conclusiones: 1.- El debate ha sido perfectamente prescindible. No pasará a la historia por su bajísimo nivel intelectual en todos los sectores de la vida pública. 2.- El debate ha sido perfectamente prescindible, porque ha carecido de mensajes vitales, morales, cívicos y cristianos. Al final no se ha tratado temas esenciales: la defensa de la vida desde la cuna a la tumba, la ingeniería social sobre los niños, la valoración del matrimonio entre el hombre y la mujer, las relacuibes con la Iglesia Católica… 3.- El debate nos ha parecido a los reunidos que no nos han dado razones para votar esas opciones puesto que la ausencia de valores como los citados más arriba, nos han dejado en ayunas sobre por dónde podremos y debemos dirigir nuestro voto dentro de veinte días. Por lo tanto, para los católicos se nos pone dificil acertar con un voto útil que esté en conexión con la Doctrina Moral de la Iglesia. Hemos sacado en claro una cosa: la abstención no es buena en esta hora de la historia de España. Tomás de la Torre Lendínez
