Tranquilidad, chicos

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Perdonadme que no diga chicos y chicas pero uno procura seguir a la RAE y no a los perroflautas por altos cargos que ocupen y más altos a los que aspiren. No es la primera vez que ocurre y siempre se termina resolviendo. A costa de nuestra paciencia pero es bueno ejercitarla. De lo que algunos protestáis, con toda razón, me acaba de ocurrir. Quería comentaros esto en una entrada sobre los sacerdotes madrileños y deciros que el captcha, ¿se dice así?, ha monopolizado el tema que era mucho más importante. El desinterés, o la huelga, de la inmensa mayoría del clero secular madrileño, el cardenal Sebastián quiere que no digamos secular sino diocesano pero uno dice lo que le da la gana, ante una buena iniciativa del arzobispo Osoro. No he podido decíroslo allí. Me preguntaban cuanto eran ocho más tres. Respondí que once y fue inútil. Lo volví a intentar esta vez contando con los dedos. Me salió lo mismo y tampoco. He intentado hablar con alguien de Infovaticana y, siendo sábado, tampoco lo he conseguido. Pero podéis estar seguros de que me atenderán y de que eso se va a resolver. Llevábamos ya mucho tiempo sin problemas de ese tipo y es inevitable que alguna vez aparezcan. Duran lo que un chaparrón en el verano. Y nos permiten ejercitar la virtud de la paciencia. También quiero deciros que me siento muy satisfecho del tenor de vuestros comentarios. Han desaparecido los insultos permanentes al que no piensa lo mismo, en no pocas ocasiones soeces, y el hacer palestra en el Blog de rencillas personales. Lo que no excluye descalificaciones ideológicas que el lector juzgará sobre su acierto. Aquí caben todas las polémicas siempre que se mantengan dentro de un nivel. Todos lo habéis aceptado y el que no, se ha ido. Creo que el Blog ha ganado no poco. Estoy seguro de que la próxima semana se resolverán las dificultades de hoy sin menoscabo de Pitágoras.