Por las informaciones que me habían llegado García Beltrán, excelente obispo, era candidato seguro e inmediato. Aunque es posible que hayan surgido retrasos o inconvenientes, no es lo mismo, de última hora.
Un nombramiento, salvo casos rarísimos, supone una terna por lo que es normal que aparezcan otros nombres. De simple acompañamiento hasta completar el número de tres. Y a ellos se unen otros que están en el «candelabro». Aunque no tengan que ver en el pastel presente. La situación de Martínez Camino, obispo excelente que sería para cualquier diócesis posible, es tan incomprensible que es normal que surja en cualquier vacante o posibilidad de serlo. Hoy no hay ninguna aunque tres obispos estén ya pasados de fecha, Valladolid, Ávila y Getafe, y uno en puertas de ello, Albacete, en menos de dos meses, más otros dos ya más que amortizados por motivos de salud: Zamora y Salamanca. Todo eso es el horizonte próximo aunque Blázquez todo hace suponer que sobrevivirá hasta el 2020 y García Burillo lo ha hecho tan bien que es posible una prórroga larga.
Creo que González Montes, a quien reconozco una buena cabeza teológica y siempre de sana doctrina, está descartado para Getafe salvo imprevistos de última hora. Lo normal es que concluya sus días episcopales en Almería. El intercambio de cromos entre Guadix y Getafe entra dentro de la lógica pero pienso que García Beltrán, que llegaría de una diócesis de cien mil habitantes a otra de millón y medio, necesita algún tiempo del hoy auxiliar para conocerla. Rico Pavés va a tener muchas posibilidades posteriores.
El problema sería más bien atar a Don Ginés, obispo emergente donde los haya, y hay pocos, a una diócesis, ciertamente de las más importantes de España, pero privándole, al menos de momento, de arzobispado. Y no hay muchas posibilidades para ello.
Hoy tenemos como renunciado a Valladolid pero en el 2019 se sumarán Toledo, Zaragoza, Tarragona y Burgos. Y en el 2020 Madrid, Valencia y Sevilla. Por supuesto que con las prórrogas que procedan. García Beltrán es hoy inmejorable candidato para todas ellas. ¿Se lo impediría Getafe? Pues vayan ustedes a saber. Yo no.
Veo que se cita al obispo auxiliar de Toledo en la quiniela para Guadix. Normal pues los auxiliares suelen dejar de serlo. Me parece una bellísima persona, querido por todo el mundo, y que sería una suerte para Guadix si perdiera, y antes o después va a perderlo, al excelente obispo que tiene. Entregado, amable, acogedor… No me extrañaría que entre las opciones se inclinen por esa. Aunque cabe también la de un hoy sacerdote. Y seguramente ya hay obispos que estén moviendo ficha por alguno de los suyos.
Lo del obispo de Cuenca, muy digno obispo sin la menor reserva por mi parte, para Guadix me parece de aurora boreal.
Y las encomiendas actuales de Don Ginés no son obstáculo de nada. Otros muchos obispos son presidentes de Comisiones episcopales y desde sedes mucho más lejanas que Getafe. Y con bastante menos solvencia y capacidad de trabajo que el de Guadix. Yo no termino de digerir al de Apostolado Seglar. Que me parece una burla de los seglares y del apostolado.