¿MENEM II?

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¿MENEM II?

En algunas cosas, tal vez muchas, Milei nos recuerdan a Menem, pero como no todo es igual, debemos refrescar la memoria para poder compararlos.

En primer lugar, Menem tenía experiencia de gobierno en la provincia de La Rioja, antes de ser electo presidente derrotando al radical Angeloz. Milei, no tiene experiencia alguna.

En segundo lugar, Menem engañó a sus votantes con su promesa de “Revolución productiva”, en cambio Milei prometió hacer bastante de lo que está intentando.

En tercer lugar, Menem se enorgullecía con sus relaciones carnales con Estados Unidos. Con Milei esas relaciones se extienden a Israel. Sus actitudes respecto al Estado judío dan vergüenza: desde llorar en el muro de los lamentos hasta anunciar el traslado de nuestra embajada a Jerusalén, lo que después no hizo; desde nombrar a un rabino embajador ante Israel, hasta viajar para recibir el premio hebreo de la luz. Incluso ahora, en la guerra con Irán, no basta la solidaridad con Israel, sino que abre la posibilidad de mandar tropas, cuando no podemos ni siquiera pacificar Rosario y proteger nuestro mar y su riqueza del despojo extranjero. Su judeo manía incluso se nota en los ejemplos y en “La Prensa” de hoy encontramos una nota con el título: “El máximo héroe de la libertad es Moisés”.

En cuarto lugar, pensamos que Menem fue un falso converso, única explicación del regalo, en el mejor lugar de Buenos Aires, de los terrenos muy valiosos en los que se edificó la gran Mezquita, sin exigir reciprocidad. Milei tal vez sea un falso católico, pues su corazón y sus actos lo muestran como visceralmente hebreo.

En quinto lugar, Menem tuvo actitudes de payaso y tiene a Milei como fiel discípulo. Despreció a su mujer a quien hizo expulsar de la residencia presidencial y tuvo relaciones con mujeres varias y hasta un matrimonio con una chilena. Mucho antes, cuando creo solo él y nosotros confiábamos en que llegaría a la presidencia, en un asado en Miramar, le preguntamos al párroco de la ciudad de La Rioja acerca de nuestro futuro presidente, y solo pudimos tener una respuesta: “es árabe. Le gustan mucho las mujeres.

Milei es muy parecido en lo de payaso y hasta en el interés por su pelo. También en el modo de acabar la relación con quien fue su pareja o novia. Esta burla de todo recato, de todo decoro, en transformar lo íntimo y privado en cosa pública, es pésima para el país.

Menem fue elegido el presidente más elegante del mundo cuando posó como modelo de ropa fina, lo que llevó a preguntarse a un periodista chileno: ¿estamos ante un príncipe renacentista, un “arbitrer elegantorum”? o a ¿un montoncito de carne morena? Milei es muy parecido en lo de payaso y hasta en el interés por su pelo. También en el modo de acabar la relación con su pareja o novia.

En sexto lugar, Menem, tal vez por sus estudios encabezados por la “lectura” de Sócrates, recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Austral, público y trucho, porque no aparece en los libros; Milei a lo mejor aspira a lo mismo y no dudamos que ese centro académico, se lo ofrecerá cuando se den las circunstancias.

En séptimo lugar, ambos participan del pensamiento liberal, en el campo económico. Menem lo puso en práctica, vendió las joyas de la abuela y gracias a Cavallo logró estabilizar la economía, pero en forma tan precaria, que nos dejó como herencia a los Kirchner con su régimen de Alí Babá y los cuarenta ladrones, que acá son muchos más y que nos dejaron en la situación actual.

En realidad, no eran políticos que delinquían sino delincuentes dedicados a la política; por eso es hoy una gran alegría casi cotidiana el descubrimiento de entuerto nuevos, como los que destruyen la honorabilidad de Alberto Fernández o avances en la sanción penal en viejos procesos que parecen haber despertado de un largo sueño de cajoneo.

Esperemos que la herencia que nos deje Milei no sea tan mala. Confiamos en la ayuda de Dios, del Dios trinitario, y recordamos los versos de Carlos Obligado en el canto III de su poema “Patria”

Por eso es gratitud, no irreverencia,

Si aquí de un “Dios criollo” siempre vimos,

Con dulce heterodoxia, la presencia.

Buenos Aires, abril 15 de 2024. Bernardino Montejano