LECTURAS CXXXI: La tumba del Apóstol esclarecida

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Alejandro-Benito Barral Iglesias: El sepulcro de Santiago. Documentos-Toponimia-Arqueología. Cabildo de la S.A.M.I. Catedral de Santiago, Santiago de Compostela, 2018, 402 pgs.

A los trabajos clásicos, y tan importantes, de López Ferreiro y Guerra Campos, y en línea continuadora de ellos, otro canónigo compostelano, Alejandro-Benito Barral, recientemente fallecido, aporta un libro póstumo que no dudo en calificar de muy importante e interesante.

Presenta un acabado estado de la cuestión sin eludir opiniones personales que nos parecen, como poco, dignas de atención en cuestión que evidentemente no se impone con certezas meridianas pero que tampoco cabe rechazar con suficiencias ignaras.

Como refleja el título estamos ante un estudio documental, toponímico y arqueológico que, repito, se lee con gran interés y no poca sorpresa por quienes no estén al tanto de la bibliografía al respecto que serán sin duda la inmensa mayoría de los lectores.

Desecha el “arca marmórea” que tantas confusiones trajo, conjetura sobre el Arce Marmárica, margina las señales prodigiosas, refiere un culto anterior y justifica todos sus asertos naturalmente sin seguridades absolutas.

El mausoleo romano, su utilización como sepulcro apostólico, las vicisitudes de este, su conservación y veneración en los dos primeros templos cristianos, su práctica destrucción por Gelmírez en el tercero y actual, la desaparición de los restos y su feliz hallazgo, siglos después, por López Ferreiro y Payá.

Todo muy bien expuesto y en cuidad impresión con fotografías que ayudan a entender, con sus plantas y alzados, el texto de Barral.

Naturalmente con aparición de los personajes clave en el iter jacobeo: El obispo Teodomiro, los dos Alfonsos, Casto y Magno, Gelmírez, Almanzor, el Maestro Mateo, López Ferreiro, Payá, León XIII…

Libro pues sumamente recomendable y mi felicitación al Cabildo compostelano por editarlo.