La hemorragia que no cesa. Ahora las concepcionistas de Sineu (Mallorca)

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http://www.diariodemallorca.es/part-forana/2016/10/20/monjas-clausura-echan-cierre-monasterio/1158760.html

Quedaban dos. Y una tenía 87 años. Otra tragedia más de las que se multiplican. Y las que vendrán.

Ante el silencio sepulcral de la Iglesia española. Se le muere la vida religiosa en España, salvo contadísimas excepciones, y lo único que parece preocuparles es que no se entere nadie. Como si eso no tuviera la menor importancia. Callar a la prensa local es imposible pero que no trascienda de eso no vaya a parecer que es tragedia general. Y si alguno lo pone de manifiesto es que se trata de un malvado. Como esta pobre cigüeña.

No soy capaz de entender, por mucho que me esfuerce, este silencio incomprensible e impresentable ante una tragedia de dimensiones inconmensurables. Desaparecen los religiosos de España. Ante la indiferencia general. Incluida la de la Iglesia oficial. Lo malo es que ellos lo saben y al Pueblo de Dios se le oculta. ¿Por qué? No consigo explicármelo.

Es posible que en los designios de Dios, inescrutables, esté la desaparición de lo que ha sido tesoro espléndido de su Iglesia. Con multitud de santos, de obras de misericordia, de infinitas oraciones a Dios, la Virgen y sus Santos. También es posible que una pastoral errónea, incluso desquiciada, haya conducido a esto. Pero ahí está. Sin que nadie se entere. Creo que salvo mis lectores.

Ante esta hecatombe uno piensa que deberían hacerse rogativas públicas para que cesara, o se aliviara, tan tremenda situación. Que los conventos y monasterios que quedan en España, cada vez menos y pronto casi ninguno, tañeran a muerto cada vez que se cerrara un convento, monasterio o casa de sus hermanos y hermanas aunque fueran de distinta orden o congregación. Que desde los púlpitos, perdón, los ambones, se instruyera al pueblo de la tragedia. Y que los curas y los religiosos redoblaran sus esfuerzos para que jóvenes de ambos sexos que hayan sentido la llamada de Cristo la pudieran seguir. Y me he expresado mal con el redoblaran porque el redoblar de cero sigue siendo cero. Que se dedicaran a ello con una intensidad hoy inexistente. Y también, pienso, con acierto o sin él, que el camino propuesto a los jóvenes no puede ser el de una comunidad de solterones o solteronas ancianos, generalmente adefésicos, que no pueden atraer a ningún joven. Para eso se quedan como laicos católicos en sus casas. Y en el caso de que no les hayan apartado de la Iglesia. Que también ocurre. Demasiado.

Lo de hoy es un caso más y lamentablemente anticipo de muchos otros que vendrán. La vida religiosa se muere en España. Pienso, es posible que equivocadamente, que la han matado. Desde la Iglesia. ¡Qué tremenda responsabilidad ante Dios!