Vicente Montesinos
Quince minutos iba a durar Alfie sin ventilación. Ese era el protocolo esperado por los médicos asesinos; y acatado por el juez, quienes, esperaban, que, anoche, para las 22 horas, Alfie hubiera pasado a mejor vida, y quitarse «el problema» de encima.
Era el final esperado para estos aplicadores del sinsentido, la inhumanidad y la bestialidad, que han robado a Alfie a sus padres, lo han sentenciado a muerte sin su permiso, y han iniciado su ejecución.
Pero los planes del gran Alfie, ayudado por sus grandes padres, y con la ayuda de la oración de tantos, y la gracia de Dios Todopoderoso, eran otros.
Porque respirando ya 15 horas de forma autónoma y sin máquinas el bebé ha acabado de demostrar al mundo que, lo pretendido por esta gente, además de ser una barbaridad, es un error.
Pase lo que pase Alfie, sus padres, y tantos católicos de bien que los han sostenido con sus oraciones, han obtenido una ENORME VICTORIA. La victoria de la vida, de la lucha, de la dignidad, del plan de Dios Todopoderoso y misericordioso. Y todo ello sin pronunciamiento de sus pastores, más allá de la confirmación de la sentencia por el Presidente de la Academia Pontificia para la vida, un tal Paglia que sigue en su puesto, de algún Tweet cara a la galería del Papa (que no concedió el asilo a Alfie en el Vaticano) y del apoyo a los asesinos del episcopado inglés.
La enorme victoria de Alfie frente a sus verdugos.
La enorme victoria de sus padres frente a este mundo, llamado civilizado, que destruye la vida y la esperanza.
La enorme victoria de la República Italiana frente al endemoniado Reino Unido; frente al silente durante tantos meses Vaticano; y frente a los obispos cómplices de esta ejecución.
La enorme victoria de Dios.
Ahora ya cada uno está en su lugar, repito, pase lo que pase. Y el tiempo colocará a cada uno en ese sitio, en esta vida…, o en la otra.
Alfie, por supuesto, a la derecha del Padre y en el regazo amoroso del Hijo, con la bendición del Espíritu Santo.
Creo que no a todos los va a colocar Dios en el mismo lugar. De Dios nadie se burla. Ni en esta vida, ni en la otra.
El Señor tenga piedad de dichas almas.
Y familia Evans, de nuevo: gracias. SOIS LO MEJOR QUE HA PASADO A ESTA ATRIBULADA IGLESIA DESDE HACE MUCHOS AÑOS.
Dios os bendiga.
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