En una entrevista que concedió al semanario católico belga Tertio, difundida recientemente por el Vaticano, el Papa Francisco condenó la coprofilia de los medios de comunicación (comer heces).
«Pueden ser tentados de calumnia -usados para calumniar y ensuciar a la gente-, sobre todo en el mundo de la política; pueden ser usados como difamación -toda persona tiene derecho a la buena fama, pero por ahí en su vida anterior, o en su vida pasada, o hace diez años tuvo un problema con la justicia, o un problema en su vida familiar-. entonces, sacar a la luz hoy eso es grave, hace daño, se anula a una persona»,
«Y una cosa que puede hacer mucho daño en los medios de comunicación es la desinformación. Es decir, frente a cualquier situación decir una parte de la verdad y no la otra. ¡No! Eso es desinformar. Porque vos, al televidente, le das la mitad de la verdad. Y por tanto no puede hacer un juicio serio sobre la verdad completa. La desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un medio. Porque orienta la opinión en una dirección, quitando la otra parte de la verdad».
Estamos completamente de acuerdo.
No nos gusta que se difame, por ejemplo, a una buena parte de los católicos motejándoles de fariseos o duros de corazón.
No nos gusta que se ensucie con calumnias infundadas la fama de los Franciscanos de la Inmaculada.
No nos gusta los insultos a la parte del pueblo fiel al Evangelio.
No nos gustan las verdades a medias.
No nos gustan los periodistas que atacan la Fe.
No nos gustan los chanchullos continuos con esos periodistas para que repitan a conveniencia barbaridades.
No nos gusta ver a ciertos obispos e instituciones católicas con su banner o sitio fijo en periódicos web donde se ataca a la doctrina y a obispos inocentes como Reig Plá.
No nos gusta que se diga una cosa para que parezca la contraria, y que incluso si alguien tiene una duda no se le responda, porque de eso se trata, de extender la dubia.
No nos gusta que se ofrezca la mitad de la verdad, mostrando la Misericordia de Jesús como ausente de Justicia.
No nos gusta orientar la doctrina en una dirección, podando las ramas más sanas del recto árbol a ver si ladea hacia la izquierda.
A nadie le gusta la coprofilia, Santo Padre. Estamos de acuerdo en eso.