Luis Fernando, director de Infocatólica, desconcertado

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Religión en Libertad e Infocatólica, como reporta Infovaticana, han mostrado su apoyo a este medio y a Monseñor Reig Pla ante la querella presentada por el lobby abortista. Bien. Es bueno que los que comparten una misma fe y luchan por ella, se apoyen. Últimamente, leyendo Infocatólica, encuentro que el desconcierto ante el rumbo que está tomando la Iglesia les está entristeciendo y afectando también a ellos. La postura de su director, Luis Fernando Pérez, quien se merece un sincero homenaje por sus años de servicio a la Iglesia y a la Santa Doctrina, ha sido siempre respetuosísima con el Santo Padre, mostrando grandes esperanzas en que muchas de las noticias o palabras que llegaban desde Roma hayan sido malinterpretadas. Y en ocasiones así ha sido, pero en otras, las cosas eran como eran. Llega un punto en el que, a pesar de que informativamente no todo sea cizaña, hay motivos no sólo para preocuparse sino para dirimir las responsabilidades y los errores muy graves en los que están incurriendo muchos obispos y, siento decirlo, y lo hago con el debido respeto, el obispo de Roma. En la página principal de Infocatólica, los redactores señalan el non possumus que se han marcado el Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, el cardenal Napier, el cardenal Burke y el cardenal Ruini. Asimismo, Luis Fernando Pérez ha escrito numerosos artículos y post en su blog Cor ad cor loquitur, que sin necesidad de mentar a nadie ofrecen una resistencia al camino que ha tomado, más que el Sínodo, el Papa. Porque no dirán que la homilía que ofreció ayer (ver Noticia en Infovaticana) no evidencia por dónde van los tiros. Para querer mostrarse como un obispo más, y lo digo con más tristeza que acritud, parece que la oposición de una mayoría de prelados que ama la doctrina no le supone problema. El último post de Cor ad cor loquitur, titulado Ay de los que al mal llaman bien, recoge varios pasajes de las escrituras y citas de San Josemaría Escrivá, y concluye con una desconcertante coda.

Por decisión personal mía, de ahora en adelante, y durante un tiempo prudencial, la zona de comentarios de los posts de este blog permanecerá cerrada. Comprendo quejas, dudas, temores, sentimientos de estupor, incredulidad, etc. Pero estimados amigos, tenéis sacerdotes y obispos a los que consultar. Yo soy exactamente lo mismo que vosotros. Un seglar más. Es tiempo de rezar, rezar y rezar, para que el Señor obre conforme a su voluntad en todo lo relacionado con su Iglesia. No dudéis que lo hará.

Creo que los que más están sufriendo en estos momentos son lo que han querido defender de toda duda de heterodoxia a Francisco, partiéndose la cara por él y esperanzados en que todo sean acusaciones sin fundamento. Desde este blog no se ofenderá al Papa: no se esconden sus virtudes, pero tampoco sus defectos, más que nada para rezar por él y luchar por la rectitud de aquellas declaraciones que no sean ex cathedra e infalibles. Papas con aciertos y desaciertos siempre los ha habido. Incluyo al gran Benedicto XVI. No admitir esto es de fundamentalismo irracional, y un pecado de omisión para no luchar por la Fe de siempre. Y es que hablamos de materia grave. Nada menos que está en juego la eucaristía, el sacramento central de nuestra fe. Y mi experiencia me dice que estar callados y no señalar con el dedo, de poco sirve.  Pues ya veis la tesitura en la que se encuentra Infocatólica. Véase también a De la Cigoña, que intentando creer que Bergoglio no era Francisco, y no parando de resaltar en los inicios de su pontificado los buenos gestos que tenía, ha escrito hoy que «lo verdaderamente sorprendente es que quien lo está armando [el lío], o animando, sea el Papa. Creo que los católicos, y la Iglesia no nos merecemos esto.» Santiago Martín, quien otrora época no muy lejana hacía continuos panegíricos del Papa, ahora no puede ocultar su angustia. Sigue elogiando, claro está, a Francisco, pero esta angustia, todos lo sabemos, no se haría con su corazón si quien estuviese al frente del Sínodo fuese Benedicto XVI. ¿Crítica destructiva? Constructiva sin lugar a dudas. Hoy toca luchar, y para ello es necesario conocer el suelo que pisamos. Como dice Luis Fernando, es tiempo de rezar, rezar, rezar.