Sorprende cómo voces tradicionalmente referentes para los católicos empiezan a mostrar su disconformidad con el Papa. Una de ellas es la del conocido Doctor José Galat, presentador del programa que lleva su nombre, Un café con Galat, perteneciente a la emisora católica Teleamiga TV.
Sorprenden también algunos vídeos suyos como «Condena popular de los errores de Amoris Laetitia» o «Comienza la resistencia al Papa Francisco», por parte de alguien que incluso había defendido constantemente a este pontífice.
https://www.youtube.com/watch?v=wXWQYfk2eNo
Aquí ofrezco la transcripción de un pasaje del video que reporto, a partir del 1.14.39.
Espectador: Yo soy un asiduo televidente y me agrada que no tan solo aquí en Colombia sino que en el mundo se están pronunciando [… ] Al igual que también invito a que vean el periódico The Remnant, el periódico católico de EEUU, en el cual en el 8 de diciembre dan una carta abierta al Papa, que si no cambia esa forma de su pontificado se le solicita la renuncia. Yo creo que debemos tomar medidas de esa forma, porque no podemos dejar que la Iglesia se nos destruya de esa manera, como está haciendo prácticamente […]
Porque ahí, en esta encíclica [Amoris Laetitia] no se está mostrando la posición de la Iglesia sino el pensamiento del Papa, que es totalmente diferente a lo que la Iglesia es […]
Galat: Mil gracias […] por esa voz de solidaridad y de ayuda porque la necesitamos […] Afortunadamente la Iglesia comienza a reaccionar […] Sin embargo allá una gran mayoría de jerarcas están con el Papa y con esa exhortación que es contraria a la Palabra de Dios […]
No es bueno esta falta de unidad de la Iglesia. Hacer lío, no parece por fin ser tan bueno. La Iglesia necesita unidad y fidelidad, y ciertas ambigüedades que escandalizan a unos y justifican a otros, no ayudan.
Pero hay que recordar que según el propio catecismo, los fieles tienen el derecho y a veces incluso el deber de manifestar a los pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres (CIC. 907). Aunque ante a la enseñanza ordinaria del papa los fieles deban adherirse con espíritu de obediencia religiosa, que es distinta del asentimiento de la fe (CIC. 892), como bien explica la Iglesia sobre la obediencia en la Instrucción Faciem tuam, Domine, requiram, se toma como «excepción de una orden que fuese manifiestamente contraria a las leyes de Dios […] o que implicase un mal grave y cierto — en cuyo caso la obligación de obedecer no existe» (Faciem tuam, Domine, requiram, 27).
Ya saben. Hay que «obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5, 29)