Gianluigi Nuzzi: ‘El caso Occhionero evidencia un escenario de masonería fuera de control’

Gianluigi Nuzzi: ‘El caso Occhionero evidencia un escenario de masonería fuera de control’

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El periodista y autor del libro Vía Crucis, Gianluigi Nuzzi,  habla en una entrevista sobre el caso de los hermanos Giulio y Francesca Maria Occhionero, detenidos la semana pasada acusados de ciberespionaje y de robo de información confidencial de instituciones, políticos y empresarios, incluido el Vaticano.

El periodista y autor del libro Vía Crucis, Gianluigi Nuzzi, ha defendido en una entrevista que «el caso de los Occhionero (los hermanos que hackearon las cuentas del cardenal Ravasi, y Renzi, entre otros) conduce a un escenario de masonería fuera de control».

Continúa la investigación sobre el caso «Eye Pyramid» (Ojo de la Pirámide), protagonizado por Giulio Occhionero y Francesca Maria Occhionero, dos hermanos que fueron detenidos la semana pasada acusados de ciberespionaje y de robo de información confidencial de instituciones, políticos y empresarios.

Entre las personas afectadas por estas prácticas ilegales se encuentran el ex primer ministro italiano Matteo Renzi; el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; el también ex primer ministro Mario Monti y el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada.

Las autoridades sospechan que los hermanos Occhionero tendrían vínculos con los masones, ya que el «malware» que usaron en el hackeo fue llamado Eye Pyramid, que se cree es una referencia al ojo que todo lo ve de Dios, u Ojo de la Providencia, un símbolo típicamente asociado con la masonería. Además, muchas de las cuentas comprometidas pertenecían a miembros masones.

El periodista Nuzzi ha subrayado la necesidad de mejorar la gestión de la seguridad en internet: «En Italia estamos en el paleolítico respecto a la protección de los datos de las instituciones y de los servidores del Estado». Además, ha asegurado que «Italia es un país donde no ha habido un desarrollo digital».

Preguntado sobre las declaraciones de Giulio Occhionero, quien ha asegurado «haber usado los datos para dirigir especulaciones financieras», Nuzzi ha explicado que «no se puede relacionar automáticamente la actividad de los hermanos Occhionero a organizaciones como P3 o P4». «Tiempo atrás -continúa- se abrió en Milán el más grande templo masónico de «Gran Oriente» (Giulio Occhionero fue durante un tiempo afiliado a la logia Paolo Ungari, comprendida en esa rama masónica)».

«Los masones son respetados en el exterior. Existe entre nosotros un problema de opacidad. Existen muchas logias que no son declaradas, que son secretas y tienen transparencia. Los nombres de los miembros son depositados en la Prefectura, pero cuando a un miembro se le suspende, como es el caso de Occhionero, a menudo no se conoce el motivo exacto», sentencia Nuzzi.

Además, el italiano denuncia la «hipocresía» que existe dentro del contexto masónico, ya que «nuestra Constitución no prevé asociaciones secretas, a menos que esté claro que se trata de una organización creada para alterar el orden del Estado.

«En Italia cada vez que hay una investigación, es siempre un infiltrado, lo que dice mucho sobre la permeabilidad de dicha investigación», concluye el periodista.

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