Philippe Nakellentuba Ouédraogo es un Cardenal y Arzobispo de Ouagadougou, Burkina Faso. Es el segundo purpurado burkinés de la historia desde Paul Zoungrana, que falleció en el año 2000.
Con Philippe Nakellentuba Ouédraogo, Burkina Faso vuelve a contar con un cardenal, después de casi 15 años. El único purpurado burkinés de la historia había sido Paul Zoungrana, padre conciliar creado cardenal por Pablo VI en el histórico Consistorio de 1965 -cuando el país todavía se llamaba Alto Volta- y que falleció en el año 2000.
La formación de Philippe Nakellentuba Ouédraogo
Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Ouagadougou, nació en Konéan el 25 de enero de 1945. Durante su juventud entró en el Seminario mayor diocesano y fue ordenado como sacerdote de la Diócesis de Kaya por su obispo, Constantin Guirma, en el año 1973.
En 1996 Juan Pablo II lo nombró obispo de Ouahigouya, el 5 de julio, y fue consagrado el 23 de noviembre 1996 por Jean-Marie Untaani Compaoré, Arzobispo de Ouagadougou.
Su labor en la diócesis de Ouahigouya
En esta diócesis, como informa Vatican Insider, impulsó con fuerza el nacimiento de dos monasterios contemplativos: el masculino de Jesús Salvador de Honda -vinculado con la espiritualidad del beato Charles de Foucauld, tan importante para el cardenal- y el femenino de las clarisas de Saye. Representan dos sedes importantes pues Ouahigouya se encuentra en el norte del país, en la frontera con Malí, en una zona de mayoría islámica.
Posteriormente, el 12 de enero de 2009, el papa Benedicto XVI lo nombró nuevo Arzobispo de la capital burkinésa, Ouagadougou, tomando posesión de su cargo en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Ouagadougou el 13 de mayo de ese año. Aquí ha destacado por sus posturas a favor de los “últimos”, en uno de los países más pobres de África.
Como indicó la revista “Missioni Consolata”, que lo entrevistó en su número de diciembre, durante el verano del año pasado, en compañía de otros obispos de Burkina Faso, publicó una dura carta en la que denunciaba una «crisis de valores» que lleva al aumento de la pobreza y de la corrupción en la sociedad de Burkina Faso.
Creado cardenal en 2014
La Iglesia criticó fuertemente la idea del presidente Blaise Compaoré de la creación del Senado como estrategia para garantizar la posibilidad de modificar la Constitución y poder reelegirse. “En un contexto de enorme pobreza y necesidades esenciales faltantes como salud, educación, trabajo, casa, alimento, ¿qué valor añadido podría tener el Senado?”, escribieron los obispos de Burkina Faso, rechazando incluso los puestos ofrecidos para representar a las comunidades religiosas.
El 12 de enero de 2014 el Papa Francisco incluía a Philippe Nakellentuba Ouédraogo como uno de los 19 nuevos cardenales que crearía en el primer Consistorio de su Pontificado, el 22 de febrero siguiente.