Obispo. Secretario del Pontificio Consejo para los textos legislativos. Coordinador de la comisión para la reforma del IOR. Miembro del Opus Dei.
Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru Nació en Vitoria el 10 de abril de 1951. Fue ordenado sacerdote en la Prelatura del Opus Dei el 23 de agosto de 1977. Amigo del Cardenal Cipriani, con quien convivió en el Colegio Mayor Aralar en Pamplona, Arrieta es doctor en Derecho Canónico y en Jurisprudencia, ha sido profesor de derecho canónico en la Universidad de Navarra (España, del Opus Dei) y en Roma y Venecia (norte de Italia). El 12 de abril de 2008 fue designado Obispo titular de Civitate y recibió la consagración episcopal el 1 de mayo de 2008, de manos del Cardenal Bertone, además de los cardenales Vallini y Coccopalmerio.
Fue elegido secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, segundo en la cadena de mando del dicasterio. En la Santa Sede, desempeña desde enero 2007 la labor de secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos. También ha sido decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, de Roma, dirigida también por el Opus Dei. Alumnos suyos de la facultad recuerdan que es un gran profesor, que demuestra una gran inteligencia y a la vez ofrece cercanía personal.
Ha fundado la revista ‘Ius Eclessiae’, dedicada al mundo del derecho canónico. Fue ordenado sacerdote el 23 de agosto de 1977, y ha desempeñado diferentes cargos pastorales, como capellán en España e Italia, hasta que en 2008 fue consagrado obispo. Además ha sido juez del Tribunal Eclesiástico de la Ciudad del Vaticano; refrendario de la Signatura Apostólica, consultor de varios dicasterios y decano del Instituto de Derecho Canónico San Pío X de Venecia. Sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia, se refirió en una conferencia en la Universidad de Valencia en Octubre de 2012 al “deber de vigilancia que compete a los pastores” y en “la necesidad de que actúen a tiempo para evitar que las situaciones empeoren” y ha afirmado que “la omisión de la debida diligencia es en todo caso punible”. Por ello, ha apelado a la necesidad de “lograr que los pastores consideren la normativa penal como un instrumento ordinario de acción pastoral”, para lo cual “no basta con modificar la ley” sino que se precisa de “un cierto cambio en el modelo de gobierno pastoral”.
A este respecto, “una vez llegado el momento de la promulgación del texto reformado sería también necesario, como medida complementaria promover un conjunto equilibrado de medidas de información y sensibilización”.
Además de pertenecer al Opus Dei, es un especialista en el Camino Neocatecumenal, fundado por Kilo Argüello y Carmen Hernández. A él se debe el principal comentario que se hizo sobre este último grupo religioso tan extendido por todo el mundo, cuando Juan Pablo II aprobó provisionalmente por cinco años los estatutos del Camino Neocatecumenal. En la conclusión de su artículo, Juan Ignacio Arrieta, tras resumir lo aprobado, citando a Juan Pablo II, decía que los estatutos aprobados constituían una “clara y segura regla de vida para el Camino Neocatecumenal, constituyendo para el Camino, y para los fieles cristianos en general, un momento que se vive con gran alegría y vivo agradecimiento a Dios y a la Iglesia. Este texto constituye “nuevo punto de partida -concluía el Papa aludiendo al n. 30 de la exhort. ap. Christifidelis laici-, que es signo visible de una identidad eclesial madura”.
El 26 de Junio de 2013 fue designado por el Papa Francisco como coordinador de la comisión para la reforma del IOR, el banco Vaticano. La creación de esta comisión es un deseo expreso del Papa para conocer mejor “la posición jurídica y las actividades del IOR”. El objetivo es “llegar a una mejor armonización del instituto respecto a la misión de la Iglesia católica“, dentro del contexto de reformas que Francisco piensa acometer para garantizar el mejor funcionamiento de las instituciones que dan servicio a la Santa Sede.
Esta comisión, según el documento de creación firmado por el papa, “recogerá documentos, datos e informaciones necesarias para el desarrollo de sus funciones institucionales”. Quienes le conocen confían en que llevará a cabo su labor en esta nueva comisión con mucho éxito, dado que es un hombre que goza de la libertad que le concede el no tener vínculos con nadie. Además de español, habla inglés, italiano y francés.