Obispo de Lugo. Es una de esas casualidades que se dan en la vida: el sobrino del Presidente de la Conferencia Episcopal Española y Cardenal Arzobispo de Madrid, sacerdote, y miembro de la Congregación para los Obispos, es nombrado obispo por el papa.

Alfonso Carrasco Rouco es hijo de la hermana del Cardenal Rouco. Decía la Cigüeña en Noviembre de 2007, al conocerse el nombramiento: “Tiene en sus espaldas un dignísimo curriculum de servicio a la Iglesia. Y si no fuera sobrino de quien es nadie pondría un pero a su nombramiento de obispo. Seguro que entre los candidatos los habrá mejores. Pero también es cierto que no pocos de los que hoy existen son peores. Pienso que a Lugo le llega un muy buen obispo. Con ardua tarea a realizar. Porque su antecesor fue muy mediocrillo. Y la diócesis decaía muy notablemente.”
Nacido el 12 de octubre de 1956 en Villalba, en la provincia de Lugo, cursó la enseñanza secundaria en el Seminario de Mondoñedo y los estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad de Salamanca. Después estudió Teología en Friburgo (Suiza), donde obtuvo la Licenciatura en 1980. Fue ordenado sacerdote el 8 de abril de 1985 en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol.
De 1980 a 1981 realiza labores de investigación en el Instituto de Derecho Canónico de la Universidad de Munich. De 1982 a 1987 trabajó de Profesor asistente de la Cátedra de Moral Fundamental de la Universidad de Friburgo.
Además, fue Becario del “Fondo nacional suizo para la investigación” de la Universidad de Munich (1987-1988). En 1989 se doctora en Teología en la Universidad de Friburgo. Entre los años 1989-1991 forma parte del equipo parroquial de Santa María de Cervo, encargado de seis parroquias, en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, donde ejerce también como docente de la “Escuela Diocesana de Teología”.
En 1992 se desplaza a Madrid como profesor agregado de Teología Sistemática del “Instituto Teológico San Dámaso”, convirtiéndose en catedrático en 1996. Este mismo año es nombrado consiliario del Centro de Madrid de la AcdP (Asociación Católica de Propagandistas). Desde 1994 a 2000 ejerce como director del “Instituto de Ciencias Religiosas” del Centro de estudios teológicos “San Dámaso” y vice-decano de la Facultad de Teología “San Dámaso” de Madrid desde 1998 a 2000. Fue Decano de la Facultad de Teología “San Dámaso” de Madrid, desde 2000 a 2003. Fue también, hasta su ordenación episcopal, profesor de Teología dogmática en la Facultad de Teología “San Dámaso” de Madrid (desde 1996) y director del Departamento de Dogmática de la misma Facultad en 2006.
Durante su estancia en Madrid colaboró pastoralmente en la Parroquia de “San Jorge, mártir de Córdoba”. El 30 de noviembre de 2007 el Papa Benedicto XVI le nombró Obispo de Lugo y el 9 de febrero de 2008 tomó posesión de la diócesis. Su secretario personal, Mario Vázquez, que luego se convertiría en Vicario General de la Diócesis, dijo que Carrasco recibió la noticia sobre su nombramiento con mucho nerviosismo y emoción.
Eligió como tema “Sanctificati in veritate”: Santifícalos en la verdad. Llegó a Obispo cuando se retiró por motivos de salud Fray José Gómez, quien describía a su sucesor como “bueno, sencillo y sabio profesor.” Además, añadió que “es grave” una acusación de nepotismo, porque se referiría a un cargo por favoritismo. Aquí el nuevo obispo tiene la valía suficiente y los méritos fundamentales para poder ser Obispo de esta diócesis”.
La diócesis de Lugo, que cuenta con más de 1.100 Parroquias agrupadas en 28 arciprestazgos, es la diócesis con más parroquias de España. Carrasco Rouco es miembro de la Comisión teológica de la Conferencia Episcopal española, que es asesora de la Comisión episcopal para la Doctrina de la Fe. Es autor de dos libros, “Jean Paul II aux universitaires et au monde culturel et scientifique. Recueil d’allocutions presentes par Libero Gerosa et Alfonso Carrasco Rouco”.
Publicado junto con Libero Gerosa por Ed. Téque (1984, París), y “Le primat de l’evêque de Rome. Étude sur la coherence eclesiologique et canonique du primat de juridition”, Ed. Universitaires (Fribourg, 1990), y más de 40 artículos sobre eclesiología, moral y Cristología.
Además de español, habla francés, inglés, italiano y alemán. En una conferencia pronunciada en Zamora a principios de 2013 decía sobre la Gaudium Et Spes: “El Concilio verdaderamente quería salir al encuentro del mundo, después de una época en la que se situó a la defensiva, por diversas circunstancias históricas. La capacidad de diálogo con el mundo moderno estaba limitada” Sobre los abusos a menores cometidos por parte de sacerdotes decía en 2010: “Yo creo que eso que es bien triste, desluciría la imagen de cualquier agrupación o cualquier grupo de personas. Pienso que es una pena que suceda, pero la naturaleza es débil, frágil y tiende al pecado. Y es más difícil para cualquiera conservar con claridad los principios de la moral cristiana cuando ya está tan puesta en cuestión por todas partes”. Sobre la ley del aborto decía que “no puede hacerse, por el niño que muere y porque es muy contraria a lo que necesita nuestra sociedad que esta envejeciendo, pero eso es anecdótico con respecto al hecho fundamental que afecta a la conciencia de quien aborta y al destino de los niños”.
El pasado 15 de Mayo, en una carta pastoral con motivo del Corpus Christi de Lugo, decía lo siguiente para concienciar a su grey sobre los problemas sociales que amenazan la vida en España: “La caridad exige la justicia en el ámbito de la vida pública, en el ordenamiento democrático y en el económico. Y, en concreto, exige que la sociedad se organice en vistas de hacer posible el derecho al trabajo, consecuencia de la obligación primera de ganar el pan “con el sudor de la frente”, y un trabajo “que sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer” (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 63).”
En una entrevista al Diario ABC, pocos días después de la elección del Papa Francisco, decía sobre la coexistencia de dos papas en la Iglesia: “La Iglesia no tiene experiencia en esta situación, por lo tanto no podemos recurrir a modelos del pasado. Sin embargo, yo creo que será muy sencillo, porque hay una unidad muy profunda entre los dos Papas, no es que uno sea Papa y otro Antipapa. No hay una pelea entre ambos por conseguir el puesto. Yo creo que Benedicto XVI estará a disposición de lo que le pida Francisco, pero muy retirado y con mucha discreción.”