Obispo emérito de Almería. Nació en Salamanca en 1946. Sacerdote de la diócesis salmantina desde 1972, ejerció su ministerio en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva de la capital de 1976 a 1978 y de 1990 a 1997.
De 1978 a 1990 fue Capellán de la Universidad Pontificia de Salamanca, además de Director espiritual y miembro del equipo de formadores durante dos años del Colegio Mayor Santa María de Guadalupe, de dicha Universidad Pontificia. Cursó estudios doctorales en Teología en la Universidad de Tubinga, Alemania, especializándose en Teología protestante. Durante sus años de estancia en Alemania colaboró como asistente pastoral de las misiones españolas y de diversas parroquias alemanas.
Doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca, cursó estudios de doctorado en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido becario investigador del «Instituto de Historia de la Iglesia y Teología» de la Iglesia Española de Santiago y Montserrat -Roma- desde 1981. Desde 1977 ejerció como profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca, a donde fue llamado como profesor contratado, para pasar seguidamente a Encargado de Cátedra, Profesor Agregado Numerario en 1984 y Catedrático de Teología Fundamental en 1988.
Experto en teología e historia del ecumenismo, desde 1982 fue Director del «Centro de Estudios Orientales y Ecuménicos Juan XXIII» de la Universidad Pontificia de Salamanca, y Director de la revista Diálogo Ecuménico, que edita dicho Centro. Director asimismo de la colección de publicaciones de teología e historia del ecumenismo, dio un gran impulso a la Bibliotheca Oecumenica Salmanticensis, editada también por el mismo centro, bajo cuya dirección se publicaron trece volúmenes.
Como Director del Centro Juan XXIII desde 1982, organizó diversos simposios y seminarios ecuménicos de rango nacional e internacional. Como profesor y teólogo ha sido invitado a participar como ponente en diversos congresos y reuniones nacionales e internacionales. Consultor durante años de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales -hasta 1997-, Miembro de la Comisión Teológica Asesora de la Conferencia Episcopal de la Doctrina de la Fe -hasta 1997-, fue nombrado por Juan Pablo II Consultor del Pontificio Consejo para la Unidad.
Miembro de la «Societas Oecumenica Europea», de cuyo Comité ejecutivo formó parte durante cuatro años, y de 1994 a 1997 miembro del Comité de organización de la «II Asamblea Ecuménica Europea de Iglesias» de Graz ,Austria, de 1997. Fue nombrado por Juan Pablo II, el 26 de mayo de 1997 -hasta 2002- Obispo de Ávila y Gran Canciller de la “Universidad Católica Santa Teresa de Jesús de Ávila”, a cuyo lanzamiento y desarrollo contribuyó de forma decisiva.
Siendo Obispo de Ávila tuvo muchas discrepancias con el Gobierno del Partido Popular, cuando le dijeron que eso no era lo habitual dijo “Pues así es. Pero yo no sé por qué el PP tiene que interpretarse como partido de la Iglesia. En el PP, como en el PSOE, hay concepciones de la ordenación de la sociedad que no son ni asimilables ni compaginables con el Evangelio”. En aquella diócesis se opuso a la colocación de la bandera española en el Altar “Yo no he querido más que defender la autonomía de la Iglesia. Nunca me he opuesto a la colocación de la bandera en lugar preferente, pero no al lado del altar” dijo el entonces prelado de Ávila.
El 15 de abril de 2002 es nombrado Obispo de Almería, tomando posesión canónica de la diócesis el 7 de julio. Cuando llegó a la diócesis había 20 seminaristas en Almería. En 2013 esa cifra se mantiene, siendo una diócesis con una gran salud en ese sentido, ya que ha resistido a la bajada generalizada de vocaciones. Cuando le preguntaron si la crisis económica afectaba a la fe dijo: “Más que afectar a la fe en sentido negativo, la afecta positivamente, porque la crisis pone de manifiesto que los bienes terrenos son limitados y que su gestión inmoral conduce a la destrucción del bien común de la sociedad. Es decir, la crisis tiene causas inmorales detrás: lucro desmedido, especulación, egoísmos, explotación de recursos hasta el límite de lo inhumano. En definitiva, materialismo y hedonismo. No es posible vivir sin ética, sin principios morales, y éstos se iluminan desde la fe en Dios. Por otra parte, la crisis nos está haciendo descubrir el valor de la la familia y de la solidaridad fraterna, al tiempo que desenmascara los egoísmos”.
Sobre el debate de los crucifijos en lugares públicos dijo en una ocasión: “Los crucifijos, como los signos religiosos en general que se hallan en espacios públicos, responden siempre a la historia cultural y religiosa de una sociedad. La Corte de Estrasburgo se ha pronunciado ya en contra de la pretensión de que se retiraran los crucifijos de un país cristiano como Italia, por respeto a personas que no comparten la fe cristiana. La retirada de estos signos religiosos ofende la fe de la mayoría, que también tiene sus derechos, pero sobre todo es contraria a la legitimidad histórica y social de la religión cristiana en países como Italia o España.
La beligerancia laicista y anticristiana de algunas personas y grupos sociales resulta tan sectaria como la pretensión de quienes quisieran imponer la propia religión a los demás, incluida la religión cristiana”. Ha sido miembro de la Comisión Episcopal de Patrimonio Cultural de la Iglesia de 1997 a 2005; y de las Comisión para la Doctrina de la Fe y Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española de 1997 a 2002; Presidente de la Subcomisión Episcopal de Universidades y Vicepresidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades de 2002 a 2005.
Ante los casos de pederastia comentó “La Iglesia no puede tolerar los casos de pederastia, y el Papa ha sido claro y contundente sobre estos casos. Las efectos nocivos de estos casos son conocidos, sobre todo para los que los padecen, pero nos afectan a todos los cristianos, ya que son radicalmente contrarios a la fe cristiana y a la moral que de ella se deduce, ofenden la dignidad de las personas y desacreditan a quienes son sus responsables de estos”. En febrero de 2005 es elegido Presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, formando parte desde entonces de la Comisión Permanente de la misma. En la XCI Asamblea Plenaria celebrada del 3 al 7 de marzo de 2008 es reelegido Presidente de la misma Comisión Episcopal.
El 2 de noviembre de 2005 fue elegido en la LXXXV Asamblea Plenaria de la CEE representante de la Conferencia Episcopal Española en la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), con sede en Bruselas. Además es Obispo responsable de la catequesis por delegación de los Obispos del Sur de las provincias eclesiásticas de Granada y Sevilla. En marzo de 2008 fue nombrado Vice Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. Sobre la financiación de la Iglesia por parte del Estado comentó “Sobre el dinero que recibe la Iglesia hay mucha desinformación y también mentiras intencionadas. Los presupuestos del Estado no incluyen partida alguna para la Iglesia, que recibe únicamente lo que determinan libremente los ciudadanos. ¿Qué le parece si sometemos a otros grupos sociales menos representativos de la sociología del país que la Iglesia a la cruz en la casilla de la declaración de la renta?”
En enero del año 2021 le colocaron de obispo coadjutor a Antonio Gómez Cantero, con quien mantuvo una relación tensa y distante hasta diciembre del mismo año cuando Francisco aceptó su renuncia.