Infovaticana ha recibido dos solicitudes de rectificación remitidas por exmiembros del Sodalicio de Vida Cristiana, sobre las que deseamos precisar algunos puntos.
Se nos ha indicado que algunas de las afirmaciones publicadas por este medio respecto a una supuesta investigación del FBI serían falsas y se deben rectificar. Este extremo, sin embargo, no es una afirmación realizada por Infovaticana, ni constituye un hecho que este medio pueda verificar de forma independiente. Lo que Infovaticana trasladó en su información fue la declaración de un oficial de la Santa Sede, actuando en nombre de la Secretaría de Estado.
Si dicho oficial faltaba a la verdad, ello no es atribuible a este medio, que se limitó a reproducir con rigor informativo el contenido de lo afirmado por una autoridad vaticana.
Consideramos que no concurre en este caso el derecho de rectificación, puesto que la información publicada es veraz en lo que a Infovaticana respecta —sin que ello suponga efectuar juicio alguno sobre la veracidad de las afirmaciones atribuidas a Jordi Bertomeu—.
No obstante, y por una cuestión de transparencia editorial, publicamos íntegramente la carta recibida por José Antonio Dávila Guerrero, último ecónomo del Sodalicio, en formato de “Carta al Director”, para que quienes se consideran afectados por la información desclasificada puedan expresar su posición.
Carta al Director
En mi calidad de último ecónomo del Sodalicio de Vida Cristiana (en adelante, SCV), me dirijo a usted con referencia al artículo “Doctrina de la Fe pidió dinero a cambio de encubrir al Sodalicio en una investigación del FBI por lavado de activos” de fecha 24 de noviembre de 2025.
En esta publicación, se revela un audio en el que se escucha al prelado Jordi Bertomeu Farnós ofreciendo una serie de beneficios relacionados con un informe que la Santa Sede supuestamente presentaría ante el Federal Bureau of Investigations (FBI). Este presunto informe, al que Mons. Bertomeu Farnós alude en el audio para pedir una contrapartida a su interlocutor, habría sido redactado en el marco de una supuesta investigación llevada a cabo por las autoridades americanas y su contenido versaba sobre que se atribuiría responsabilidad al SCV por el presunto delito de lavado de activos, conocido en España por un delito de blanqueo de capitales.
Debo afirmar, en primer lugar, que nunca hemos sido notificados (ni por la Santa Sede, ni por el FBI, ni por ninguna autoridad estadounidense) respecto a cualquier investigación abierta en Estados Unidos que involucre al SCV. Por lo tanto, lo que su publicación afirma a este respecto es falso. Además, también carece de absoluta veracidad que el Dicasterio de la Doctrina de la Fe nos pidiera dinero, tal y como Mons. Bertomeu indica.
En segundo lugar, ni con relación al SCV, y tampoco a las instituciones o empresas que compartieron anteriormente su misión apostólica, han existido investigaciones concluyentes que evidencien la existencia de corrupción económica bajo ninguna modalidad, ni lucro indebido, ni tampoco “lavado de activos”. Así consta en las auditorías realizadas por firmas internacionales y pericias oficiales realizadas por peritos registrados por el Estado Peruano.
Desde que nos fue comunicada la decisión respecto a la supresión del SCV, en virtud del cargo que entonces desempeñaba, mantuve seis reuniones con Mons. Bertomeu en Brasil, Ecuador y en Lima, alguna de ellas en presencia de las autoridades del SCV y de los Delegados Pontificios, Cardenal Gianfranco Ghirlanda S.J. y Fray Guillermo Rodríguez O.F.M. que en paz descanse. Asimismo, deseo precisar que no he llevado a cabo ninguna grabación de las conversaciones que hemos mantenido en estas reuniones ni en cualquier otra.
Durante estos encuentros surgieron comentarios por parte de Mons. Bertomeu sobre posibles acciones legales contra nosotros. En varias ocasiones, solicité mayor claridad respecto a los ilícitos de los que se nos acusaba, pues contradecía el resultado de las auditorías y pericias externas mencionadas. Sin embargo, no se nos facilitó documentación adicional ni informes que nos permitieran comprender mejor la situación, siendo además taxativo en decir que “nunca veríamos ese informe” y a día de hoy seguimos sin contar con mayores precisiones sobre los temas e ilícitos que, supuestamente, estarían siendo investigados por la autoridad Vaticana.
Además, desde enero hasta el mes de abril de 2025 se produjeron otros intentos de presión por parte de Mons. Bertomeu, que tenían el propósito de lograr que bienes ajenos al SCV fueran transferidos ilegítimamente antes de la supresión. En este sentido, quiero dejar claro que los bienes del SCV han estado siempre a disposición de los liquidadores, conforme dispuso la Santa Sede.
Finalmente, mencionar que no es la primera vez que un medio de comunicación español reproduce las mentiras de Jordi Bertomeu. El pasado 14 de abril de 2025, el medio radiofónico RAC1 emitió una entrevista en la que Mons. Bertomeu transmitía una versión falsa de los hechos.
Por lo expuesto y para evitar que se continue dañando, le solicitamos comedidamente que procedan, a la publicación de la presente carta en su totalidad. Lo hago con la certeza de que es lo mejor para la Iglesia, pues la verdad libera y estamos llamados a vivir en la luz de la justicia para irradiarla.
Atentamente,
José Antonio Dávila Guerrero
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