El papa León XIV hizo un llamado a renovar la reverencia en la celebración litúrgica, insistiendo en que debe “cumplir con las normas establecidas” y reflejar la unidad de toda la Iglesia. Sus palabras fueron pronunciadas el domingo, con motivo de la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, y se apoyaron en la constitución conciliar Sacrosanctum Concilium para recordar que la liturgia es “la cumbre hacia la cual tiende toda la actividad de la Iglesia” y la fuente de su vida espiritual. El Pontífice señaló que, especialmente en la Sede de Pedro, el cuidado de la liturgia debe ofrecer un ejemplo para el pueblo de Dios, observando las normas, atendiendo a las diversas sensibilidades y respetando el principio de una inculturación prudente.
Reclamo de sobriedad y fidelidad a la tradición romana
León XIV subrayó que la liturgia debe conservar la “sobriedad” propia de la tradición romana, una cualidad que, a lo largo de los siglos, ha alimentado la vida espiritual de innumerables fieles. Defendió que esta sobriedad no implica frialdad, sino la belleza sencilla de unos ritos que expresan el auténtico valor del culto divino. Citando a san Agustín, recordó que “la belleza no es otra cosa que amor, y el amor es vida”, una afirmación que aplicó directamente a la celebración de los misterios sagrados. En este sentido, pidió que se ponga especial atención en que la liturgia mantenga la solemnidad y claridad ritual que ayudan a la “crecimiento armónico del Cuerpo del Señor”.
«Deseo que quien se acerque al altar de la catedral de Roma pueda salir lleno de esa gracia con la que el Señor desea inundar el mundo», concluyó.
Expectativa ante posibles decisiones sobre la liturgia tradicional
Mientras varios obispos progresistas continúan imponiendo restricciones a formas tradicionales de la liturgia católica, un sector del pueblo fiel espera una eventual intervención del Papa sobre el futuro de estas celebraciones, incluida la Misa Tridentina. Las palabras de León XIV, centradas en la unidad, la tradición y la sobriedad ritual, reavivan el interés por conocer hacia dónde orientará finalmente su magisterio en materia litúrgica.