El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que pedirá al mandatario chino Xi Jinping la liberación del empresario católico hongkonés Jimmy Lai, encarcelado desde 2020 bajo la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín. “Está en mi lista”, dijo el republicano ante reporteros de EWTN News antes de abordar su avión, al ser consultado sobre si mencionará el caso durante su próximo encuentro con Xi.
Jimmy Lai, voz católica frente al autoritarismo chino
Lai, de 76 años, es fundador del desaparecido diario Apple Daily y una de las figuras más emblemáticas del movimiento prodemocrático de Hong Kong. Convertido al catolicismo en 1997, ha sido un defensor abierto de la libertad religiosa y de los derechos humanos. Desde su detención en 2020, enfrenta una cadena perpetua por presunta “colusión con potencias extranjeras”, cargos que sus defensores consideran puramente políticos.
Su caso ha sido denunciado por Amnistía Internacional y organizaciones católicas en todo el mundo como un ejemplo de persecución contra la libertad de conciencia. En 2024, el cardenal Zen, obispo emérito de Hong Kong, pidió públicamente oraciones por Lai, “un hombre que sufre por mantenerse fiel a Cristo”.
Apoyo bipartidista en Estados Unidos
Varios senadores demócratas y republicanos enviaron una carta a Trump instándolo a incluir el caso de Jimmy Lai en su diálogo con Pekín. La misiva destaca que el empresario es “un símbolo mundial de la libertad de prensa y la fe bajo persecución” y que su deterioro físico en prisión exige una acción urgente.
“Su encarcelamiento es una afrenta a los valores fundamentales de libertad, justicia y religión que Estados Unidos debe defender”, afirmaron los senadores en la carta, respaldada por el Comité de Relaciones Exteriores.
Una cuestión de fe y derechos humanos
El caso de Lai no sólo es político, sino también espiritual. Como católico practicante, el empresario ha declarado que su fe es la fuente de su fortaleza y esperanza en medio de la persecución. “Si no creyera en Dios, me habría rendido hace tiempo”, escribió en una carta enviada desde la cárcel a sus amigos y familiares.
Su testimonio se ha convertido en un ejemplo de coherencia cristiana ante la represión, recordando a muchos otros católicos perseguidos en China continental, donde las comunidades fieles a Roma siguen vigiladas y controladas por el régimen comunista.
Implicaciones diplomáticas y religiosas
La intervención de Trump introduce un nuevo elemento en la tensa relación entre Washington y Pekín. Más allá de lo político, el gesto podría aumentar la presión internacional sobre el régimen chino y fortalecer la defensa global de la libertad religiosa, uno de los temas más sensibles en la agenda de derechos humanos de Asia.
Para la Iglesia católica, el caso de Jimmy Lai simboliza la fidelidad del creyente que no negocia su conciencia, incluso frente al poder. Su nombre se suma a la larga lista de cristianos encarcelados por su fe, cuya causa trasciende fronteras ideológicas o partidistas.
