La reciente oración conjunta entre León XIV y el rey Carlos III en la Capilla Sixtina ha desatado una tormenta en el siempre agitado clima religioso del Reino Unido. El detonante: un pastor presbiteriano norirlandés, el reverendo Kyle Paisley, hijo del célebre —y temido— Ian Paisley, fundador del Partido Unionista Democrático, ha pedido abiertamente que el monarca abdique por haber “violado su juramento protestante” al rezar junto al Papa.
El encuentro, celebrado el jueves en Roma, reunió a Carlos III y la reina Camila con el Papa León XIV y el arzobispo anglicano Stephen Cottrell. El gesto, descrito por el Vaticano como “histórico” y por la prensa británica como “ecuménico”, ha sido recibido por algunos sectores protestantes con una indignación digna de los panfletos de la Reforma.
“Nuestro rey ha negado el Evangelio, ha volado en la cara de la Sagrada Escritura y ha demostrado que no es en absoluto lo que dice ser: un verdadero protestante”, declaró el reverendo Paisley.
“El rey ha traicionado la Reforma”
Según Paisley, la oración conjunta con el Papa fue un acto de “compromiso espiritual inaceptable” y, además, una provocación con “cínico sentido histórico”, pues se celebró quinientos años después de la impresión del Nuevo Testamento en inglés por William Tyndale, aquel traductor que la Roma papal del siglo XVI “todavía no ha perdonado”.
“En su coronación, el rey prometió ser un verdadero protestante y mantener la religión reformada establecida por ley en Inglaterra y Escocia”, recordó Paisley. Y añadió:
“El protestantismo toma la Biblia como única regla de fe y práctica. Roma no. Su autoridad es la Iglesia, no la Palabra de Dios.”
El eco de un apellido legendario
El apellido Paisley no es cualquier cosa en Irlanda del Norte. El padre del actual reverendo, Ian Paisley, fue uno de los hombres más combativos —y controvertidos— del siglo XX. Famoso por su grito de “¡Anticristo!” contra san Juan Pablo II en el Parlamento Europeo en 1988, llegó a acusar a la reina madre y a la princesa Margarita de “fornicación con el Anticristo” por haber visitado al Papa Juan XXIII.
Kyle Paisley, más educado pero no menos firme, parece continuar el legado familiar con menos decibelios y más ironía. En una reciente publicación en redes sociales, lamentó que “ningún diputado evangélico” haya denunciado el “escandaloso compromiso del rey con Roma”.
La “tragedia” del ecumenismo según Belfast
Las críticas de Paisley encontraron eco en Wallace Thompson, portavoz de la Evangelical Protestant Society, quien sin pedir la abdicación del monarca, coincidió en que “las diferencias doctrinales entre católicos y protestantes siguen siendo profundas”. La Orden de Orange calificó la oración como “un día triste para el protestantismo”.
