Leone XIV esorta a riscoprire la primazia della Parola di Dio di fronte alle sfide della cultura digitale

Leone XIV esorta a riscoprire la primazia della Parola di Dio di fronte alle sfide della cultura digitale

El papa León XIV recibió esta mañana, en el Palacio Apostólico, a los miembros de la Federación Bíblica Católica con motivo de su asamblea, coincidiendo con el 60º aniversario de la constitución Dei Verbum. En su discurso, el Santo Padre insistió en la misión esencial de la Iglesia: escuchar con reverencia la Palabra de Dios y anunciarla con fidelidad, especialmente en un tiempo en el que, advirtió, el ruido cultural y digital tiende a oscurecerla.

Acompañado por el cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos, y por el cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de la Federación Bíblica, el Pontífice expresó su gratitud por el trabajo de quienes se dedican al apostolado bíblico: La Iglesia no vive de sí misma, sino del Evangelio, recordó.

La Palabra de Dios como fuente de vida y misión

León XIV subrayó que la doctrina de Dei Verbum permanece plenamente vigente: la Iglesia está llamada a ofrecer acceso fácil a la Sagrada Escritura para todos los fieles, no como un recurso académico, sino como la fuente viva que orienta su camino. Así, señaló que el anuncio del kerygma sigue siendo el núcleo de la misión: La Iglesia redescubre su rumbo escuchando al Espíritu, que nos recuerda todo lo que el Hijo ha dicho.

El Papa recordó que la lectura de la Escritura no es un acto aislado, sino profundamente eclesial: la Iglesia escucha la voz del Esposo y, desde esa escucha, anuncia el Evangelio. Agradeció además las iniciativas de lectio divina y las traducciones bíblicas, fundamentales para que la Palabra llegue a todos los pueblos.

El desafío de la cultura digital

León XIV alertó sobre un riesgo creciente: aunque la Iglesia ha insistido durante décadas en la importancia de facilitar la lectura de la Biblia, las nuevas generaciones viven en entornos digitales en los que la Palabra de Dios queda relegada o es presentada de forma distorsionada.

El Papa planteó dos preguntas centrales para la misión de hoy:
¿Qué significa ‘acceso fácil a la Escritura’ en nuestro tiempo? ¿Cómo facilitar el encuentro con la Palabra a quien nunca ha oído hablar del Evangelio o vive en culturas donde Cristo es desconocido?

Instó a la Federación Bíblica a buscar nuevos modos de presencia evangelizadora, capaces de abrir caminos hacia la Escritura en contextos donde la fe se ha vuelto marginal o desconocida.

Ser ‘cartas vivas’ en un mundo saturado de voces

El Pontífice concluyó invitando a los agentes bíblicos a convertirse en cartas vivas escritas por el Espíritu del Dios vivo, testigos de la primacía de la Palabra sobre el ruido mediático y las múltiples narrativas que modelan la vida contemporánea. Encomendó esta misión a la intercesión de la Virgen María, vientre donde el Verbo se hizo carne, modelo de escucha y obediencia.

Dejamos a continuación el mensaje completo de León XIV:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
La paz esté con ustedes.

Eminencias,
Reverendos padres, reverendas hermanas,
Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera agradecer al cardenal Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, por su presencia esta mañana, y también al cardenal Luis Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización y presidente de la Federación Bíblica Católica. Extiendo igualmente un cordial saludo a los miembros del Comité Directivo, a los coordinadores regionales, al Secretariado General y a los Amigos de la Federación Bíblica Católica. A cada uno de ustedes y a todos aquellos a quienes representan, expreso mi sincera gratitud por su servicio a la Palabra de Dios.

La Constitución dogmática sobre la divina revelación, Dei Verbum, cuyo sexagésimo aniversario celebramos este año, concluye con estas palabras: «Oren por nosotros, para que la Palabra del Señor se difunda rápidamente y sea glorificada en todas partes, tal como sucede entre ustedes» (2 Tes 3,1). Esta petición del apóstol Pablo a los tesalonicenses expresa un fuerte deseo, una convicción firme y un enfoque pastoral que puede orientar nuestra reflexión conjunta.

La enseñanza de Dei Verbum es clara: estamos llamados a escuchar la Palabra de Dios con reverencia y a proclamarla con fe (cf. DV 1), y debe proporcionarse fácil acceso a la Sagrada Escritura para todos los fieles cristianos (DV 22). Esta misma visión aparece reflejada en vuestra Constitución, que afirma que la Federación Bíblica Católica promueve y desarrolla el ministerio bíblico pastoral de manera que permita que la Palabra de Dios, presente en la Sagrada Escritura, se convierta en fuente dinámica de inspiración para todas las áreas de la vida y de la misión de la Iglesia en el mundo actual (Constitución de la Federación Bíblica Católica, art. 9).

En estos días de deliberación, los animo a examinar nuevamente su fidelidad personal y eclesial a este mandato, que no es otra cosa que el anuncio del kerygma, el misterio salvador de nuestro Señor Jesucristo. Su misión y visión deben estar siempre inspiradas en la convicción de que la Iglesia no recibe vida de sí misma, sino del Evangelio. Del Evangelio redescubre constantemente la dirección para su camino, bajo la guía del Espíritu Santo, que enseña todas las cosas y nos recuerda todo lo que el Hijo ha dicho (cf. Jn 14,26). Por ello, escuchar la Palabra de Dios y proclamarla son actos propiamente eclesiales: es la Esposa que escucha con amor atento la voz del Esposo (cf. Cant 2,8-10).

Al mismo tiempo, garantizar un acceso fácil a la Sagrada Escritura para todos los fieles es esencial, para que todos puedan encontrar al Dios que habla, que comparte su amor y que nos atrae hacia la plenitud de la vida (cf. Jn 10,10). En este sentido, las traducciones de la Escritura siguen siendo indispensables, y les agradezco su compromiso en promover la lectio divina y todas las iniciativas que fomentan la lectura frecuente de la Biblia.

Sin embargo, hoy nuevas generaciones habitan entornos digitales donde la Palabra de Dios queda fácilmente ensombrecida. Nuevas comunidades se encuentran a menudo en contextos culturales donde el Evangelio es desconocido o está distorsionado por intereses particulares. Por ello debemos preguntarnos: ¿qué significa acceso fácil a la Sagrada Escritura en nuestro tiempo? ¿Cómo facilitar este encuentro para quienes nunca han escuchado la Palabra de Dios o provienen de culturas aún no tocadas por el Evangelio? Espero que estas preguntas los animen a buscar nuevas formas de presencia bíblica capaces de abrir caminos hacia la Escritura, para que la Palabra de Dios arraigue en los corazones y lleve a todos a vivir en su gracia.

En definitiva, su misión es convertirse en cartas vivas… escritas no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo (2 Cor 3,1-6), testigos de la primacía de la Palabra de Dios frente a las múltiples voces que llenan nuestro mundo. Que la Santísima Virgen María, Madre de Dios y seno en el que el Verbo se hizo carne, nos enseñe el arte de la escucha, nos fortalezca en la obediencia a su Palabra y nos guíe para magnificar al Señor (cf. Lc 1,46). Con estos sentimientos, imparto mi bendición apostólica a todos ustedes y a sus seres queridos.

Gracias.