Nouveau pas du synodalisme allemand : ils consulteront les laïcs pour élire un évêque

Nouveau pas du synodalisme allemand : ils consulteront les laïcs pour élire un évêque

El obispado de Magdeburgo (Alemania) ha anunciado que permitirá la intervención de laicos en el proceso de discernimiento previo a la elección del sucesor de Mons. Gerhard Feige, que alcanzará la edad de renuncia en noviembre de 2026. La decisión, presentada como un ejercicio de transparencia y participación, se inscribe en la dinámica del controvertido Camino Sinodal alemán, cuyo objetivo declarado es transformar estructuras y ampliar la influencia de organismos laicales en ámbitos tradicionalmente reservados al gobierno episcopal.

Una réplica del modelo de Paderborn, cuestionado por la Santa Sede

Según comunicó el obispado, el cabildo catedralicio ha enviado una carta al Consejo Diocesano explicando los pasos hacia la futura sede vacante e invitando a ocho laicos a integrarse en las reuniones consultivas junto a los canónigos. La estructura reproduce el modelo aplicado en Paderborn durante la elección del arzobispo Udo Markus Bentz o la creación de un seminario mixto. Aquel precedente provocó objeciones de Roma por intentar ampliar la participación laical más allá del marco canónico, recordando que la elección episcopal no es un proceso democrático, sino un discernimiento eclesial en comunión con el Papa.

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Aunque los responsables de Magdeburgo aseguran que la participación será una asesoría, el gesto envía un mensaje inequívoco: se pretende legitimar que actores no ordenados influyan en un proceso que la Iglesia ha confiado siempre, por mandato apostólico, al ministerio episcopal y a la confirmación de la Santa Sede.

Un procedimiento regulado por el Concordato de Prusia que no admite reinterpretaciones

Conviene recordar que la elección del obispo en Magdeburgo sigue sujeta al Concordato de Prusia de 1929: el cabildo y los obispos de la provincia presentan una lista de candidatos a Roma, y la Santa Sede selecciona una terna de la que el cabildo elige al nuevo obispo. Ese procedimiento está jurídicamente blindado, y ninguna estructura paralela —por muy sinodal que se presente— puede alterar el núcleo de la decisión.

Riesgo de institucionalizar una presión laical ajena a la tradición

El obispado de Magdeburgo defiende que esta apertura supone un paso hacia la transparencia. Pero preocupa que estas iniciativas —aparentemente menores— consoliden en la práctica un desplazamiento real de la autoridad episcopal hacia órganos de naturaleza sociopolítica. El Camino Sinodal ha promovido desde el inicio una reconfiguración del poder en la Iglesia alemana, reinterpretando la autoridad desde criterios de representatividad ajenos a la tradición católica.

Que un grupo laical intervenga en la fase de análisis de candidatos, aunque no vote, supone un cambio cultural que busca influir de manera determinante en un proceso que tiene una naturaleza sacramental y eclesiológica, no parlamentaria. Este tipo de «innovaciones», que se presentan como inofensivas, son pasos para avanzar en el Camino Sinodal —próximamente Conferencia Sinodal—.

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La Asamblea de la Sinodalidad celebrada en Roma pidió escuchar la voz de los fieles, sí, pero sin alterar los elementos esenciales del ministerio episcopal. Alemania, sin embargo, continúa empujando los límites, introduciendo reformas que muestran una voluntad persistente de transformar la estructura jerárquica de la Iglesia a través de mecanismos laicales de participación.