El Papa alerta sobre los riesgos de la IA para niños y adolescentes

El Papa alerta sobre los riesgos de la IA para niños y adolescentes

El 13 de noviembre de 2025, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el papa León XIV se dirigió a los participantes de la conferencia La dignidad de los niños y adolescentes en la era de la inteligencia artificial. Ante expertos, educadores y representantes institucionales, el Santo Padre reflexionó sobre los desafíos éticos que plantea el vertiginoso avance de la inteligencia artificial, especialmente en lo referente a la protección de los menores.

En su mensaje, León XIV subrayó la vulnerabilidad de niños y adolescentes frente a algoritmos capaces de influir en sus comportamientos y decisiones, y recordó la responsabilidad de padres, educadores, gobiernos y organismos internacionales. Señaló que la salvaguarda de la dignidad de los menores no puede reducirse a políticas técnicas, sino que requiere un profundo compromiso educativo por parte de los adultos. El Papa insistió en que la inteligencia artificial debe ser orientada al servicio del desarrollo integral de los jóvenes, nunca en detrimento de su libertad ni de su crecimiento humano.

A continuación, dejamos el mensaje completo del Santo Padre:

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
¡La paz esté con ustedes!

Buenos días a todos y bienvenidos.

Extiendo mis saludos a todos ustedes que participan en este encuentro sobre la dignidad de los niños y adolescentes en la era de la inteligencia artificial. Agradezco su presencia y sus valiosas contribuciones.

La inteligencia artificial está transformando muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, incluyendo la educación, el entretenimiento y la seguridad de los menores. Su uso plantea importantes cuestiones éticas, especialmente en lo referente a la protección de la dignidad y el bienestar de los menores.

Los niños y adolescentes son particularmente vulnerables a la manipulación a través de algoritmos de IA que pueden influir en sus decisiones y preferencias. Es esencial que los padres y educadores sean conscientes de estas dinámicas y que se desarrollen herramientas para supervisar y orientar las interacciones de los jóvenes con la tecnología.

Los gobiernos y las organizaciones internacionales tienen la responsabilidad de diseñar e implementar políticas que protejan la dignidad de los menores en esta era de la IA. Esto incluye actualizar las leyes de protección de datos existentes para afrontar los nuevos desafíos planteados por las tecnologías emergentes y promover estándares éticos para el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial.

Sin embargo, salvaguardar la dignidad de los menores no puede reducirse únicamente a políticas; también requiere una educación digital. Como señaló una vez mi predecesor respecto a un proyecto de protección de menores promovido por tres grandes asociaciones católicas en Italia, los adultos deben redescubrir su vocación como «artesanos de la educación» y esforzarse por ser fieles a ella. [1]

Es ciertamente importante redactar y aplicar directrices éticas, pero eso no basta. Lo que se necesita son esfuerzos educativos cotidianos y continuos, llevados a cabo por adultos que a su vez estén formados y respaldados por redes de colaboración. Este proceso implica comprender los riesgos que tanto el uso de la IA como el acceso digital prematuro, ilimitado y sin supervisión pueden plantear a las relaciones y al desarrollo de los jóvenes. Solo participando en el descubrimiento de esos riesgos y de sus efectos en la vida personal y social, los menores pueden ser acompañados en su acercamiento al mundo digital como un medio para fortalecer su capacidad de tomar decisiones responsables para sí mismos y para los demás.

Este es, en sí mismo, un ejercicio vital de salvaguardar la originalidad humana y la capacidad de relación, que siempre debe estar guiado por el respeto a la dignidad humana como valor fundamental. Solo adoptando un enfoque educativo, ético y responsable podemos asegurar que la inteligencia artificial sea un aliado, y no una amenaza, en el crecimiento y desarrollo de los niños y adolescentes.

Queridos amigos, les deseo una conferencia fructífera, que ayude a sentar bases sólidas para nuestro servicio continuo a los niños, los jóvenes y a toda la comunidad eclesial y civil. Sobre ustedes y sobre su trabajo invoco la bendición del Señor.

[1] Cf. Francisco, Mensaje a los Participantes en la Conferencia Promoting Child Safeguarding in the Time of COVID-19 and Beyond, 4 de noviembre de 2021.