La agenda oficial del nuevo nuncio apostólico en España y Andorra, mons. Piero Pioppo, comienza a tomar forma. Según ha publicado la agencia Servimedia, su primer acto público será el próximo 5 de diciembre, cuando encabezará una recepción reducida en la sede de la Nunciatura Apostólica, ubicada en la avenida Pío XII de Madrid. El encuentro reunirá a representantes eclesiales e institucionales y marcará su presentación oficial en el país.
Primera Misa en España: la Inmaculada, patrona de la nación
Tres días después, el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el nuncio presidirá la celebración eucarística en la Basílica Pontificia de San Miguel, templo de referencia del representante pontificio en España desde el siglo XVIII, cuando fue cedido a la Santa Sede.
No es una fecha menor para su debut litúrgico: la Inmaculada es la patrona de España y, tradicionalmente, el Santo Padre participa ese día en una ofrenda floral ante el monumento de la Plaza de España en Roma. En Madrid, la presencia del nuncio presidiendo la misa subraya el carácter espiritual y diplomático de su misión.
Funciones institucionales: Rey, obispos y Conferencia Episcopal
Como decano del Cuerpo Diplomático acreditado en España, Pioppo tendrá también la obligación de dirigirse al Rey en la tradicional recepción oficial del cuerpo diplomático. Del mismo modo, representará al Papa en:
- Las tomas de posesión de obispos.
- La apertura de las asambleas plenarias de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
- Otros actos oficiales de la Iglesia en el país.
En esta ocasión, no llegará a tiempo para intervenir en la Asamblea Plenaria de la CEE que se celebra la semana próxima.
Un nuncio que aterriza con varios frentes abiertos
Además de sus funciones habituales, mons. Pioppo recibirá una Nunciatura marcada por cuestiones aún abiertas con el Gobierno, entre ellas:
- La resignificación del Valle de los Caídos.
- La situación de la comunidad benedictina.
- El futuro del culto y los espacios sacros en el monumento.
- Las tensiones en el ámbito educativo y legislativo que afectan a la Iglesia.
La sensibilidad diplomática del nuevo nuncio será clave en un momento en el que la relación entre la Santa Sede, la jerarquía española y el Gobierno atraviesa una etapa decisiva.
