“Who like the Virgin?”: Roberto de Mattei denounces the Mariological drift of the Vatican

“Who like the Virgin?”: Roberto de Mattei denounces the Mariological drift of the Vatican

En su artículo Quis ut Virgo? publicado en Corrispondenza Romana, el historiador Roberto de Mattei denuncia con fuerza la nueva nota doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández y titulada Mater Populi Fidelis.

El texto, presentado el 4 de noviembre en la sede de los jesuitas en Roma a propósito, para evitar la prensa, pretende aclarar el sentido correcto de los títulos marianos y determinar en qué medida pueden ser aceptables expresiones como Corredentora o Mediadora.

Según De Mattei, este documento, bajo un tono pastoralmente amable, esconde un contenido venenoso: al despojar a la Virgen de los títulos que expresan su participación singular en la Redención, el Vaticano se suma a la deriva mariológica posconciliar, que busca —en nombre del equilibrio— reducir lo sobrenatural a una categoría psicológica o meramente humana.

El Dicasterio de la Fe —escribe De Mattei— quiere despojar a María Santísima de los títulos de Corredentora y Mediadora universal de todas las gracias, reduciéndola a una mujer como las demás: ‘madre de los fieles’, ‘madre de Jesús’, ‘compañera de la Iglesia’. Como si pudiera encerrarse a la Madre de Dios en una categoría humana, despojándola de su misterio sobrenatural

De María Antonieta a María Santísima: el reflejo de la realeza profanada

El autor abre su reflexión evocando la ejecución de María Antonieta durante la Revolución Francesa. Cita a Plinio Corrêa de Oliveira y a Edmund Burke para mostrar cómo la destrucción del orden cristiano comenzó con el odio a la realeza como símbolo de Dios.

Del mismo modo —afirma—, hoy se ataca a la Reina del Cielo, intentando decapitarla en el plano doctrinal al privarla de los títulos que expresan su dignidad.

María Antonieta representaba la realeza terrena, reflejo de la divina, pero su trono se derrumbó bajo la furia revolucionaria. María Santísima, en cambio, es Reina universal no por derecho humano, sino por gracia divina: su trono está en el corazón de Dios

De Mattei recurre a san Luis María Grignion de Montfort y a san Bernardino de Siena para recordar que toda gracia pasa de Dios a Cristo, de Cristo a la Virgen y de la Virgen a los hombres. María no compite con su Hijo, sino que coopera instrumentalmente en la obra de la salvación, siendo Corredentora y Mediadora de todas las gracias.

Una defensa católica frente al minimalismo teológico

El artículo concluye con un tono combativo y esperanzador. Frente a la decapitación doctrinal de la Virgen, De Mattei llama a un pequeño ejército de sacerdotes y laicos dispuestos a blandir la espada de la Verdad para proclamar los privilegios de María y exclamar con valentía: ¿Quién como la Virgen?Quis ut Virgo?

El autor interpreta el documento del Dicasterio como una prueba para los fieles y, paradójicamente, como un instrumento providencial:

Como ocurre siempre en la historia —escribe—, cuando se intenta oscurecer la luz, el error termina confirmando la grandeza de la verdad que quería negar