No fue suficiente con el pesebre inclusivo y sin rostro de Bruselas, ahora, según denunció el medio Life Site, varios templos en Estados Unidos han instalado representaciones navideñas con un marcado contenido político para criticar las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Las escenas, que distorsionan la iconografía cristiana tradicional, incluyen desde un Niño Jesús con bridas plásticas hasta mensajes que sugieren una supuesta deportación de la Sagrada Familia.
Parroquia sustituye al Niño Jesús por un mensaje contra ICE
En la parroquia católica de St. Susanna, en Dedham (Massachusetts), la figura del Niño en el pesebre fue reemplazada por un cartel insinuando que Jesús sería deportado por ICE. El mensaje, colocado en el centro del belén, afirma: “ICE estuvo aquí. La Sagrada Familia está segura en el Santuario de nuestra Iglesia”.
El cartel alienta además a llamar a LUCE, una línea telefónica dedicada a rastrear movimientos de agentes de inmigración. La parroquia mantiene un programa propio de “Reasentamiento de Refugiados”, destinado a ayudar a familias recién llegadas al país.
Escena con el Niño Jesús atado y referencias a protestas
En la Lake Street Church de Evanston (Illinois), la instalación muestra al Niño Jesús con bridas en las muñecas, representado como detenido por ICE. La figura de la Virgen aparece con una máscara antigás aludiendo al uso de gas lacrimógeno en protestas contra agentes migratorios.

La iglesia defendió el montaje en una publicación en Facebook:
“Esta instalación reimagina la natividad como una escena de separación forzosa de familias, trazando paralelos directos entre la experiencia de refugiados de la Sagrada Familia y las prácticas contemporáneas de detención”.
En el mismo mensaje, la congregación afirmó:
“La Sagrada Familia fue refugiada. Esto no es interpretación política, es la realidad descrita en las historias de nuestra tradición”.
La enseñanza católica sobre inmigración y las obligaciones del Estado
Aunque la doctrina social de la Iglesia subraya la dignidad de los inmigrantes y el deber moral de acoger al necesitado, también reconoce el derecho legítimo de los países a proteger sus fronteras. La Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB), en su documento Catholic Social Teaching on Immigration and the Movement of Peoples, recuerda que ninguna nación está obligada a admitir a todos los que desean entrar.
“Mientras las personas tienen derecho a buscar una vida segura y humana, ningún país está obligado a aceptar a todos los que deseen asentarse allí”, señala la USCCB.
El documento añade que los católicos no deben considerar el trabajo de las autoridades migratorias como algo intrínsecamente negativo:
“Quienes hacen cumplir las leyes de inmigración lo hacen con lealtad al bien común y con compasión hacia quienes buscan una vida mejor”.
La instrumentalización de los pesebres
La creciente instrumentalización del pesebre para fines ideológicos no solo distorsiona el mensaje cristiano, sino que constituye una falta de respeto hacia lo sagrado. El pesebre no es un instrumento de presión ideológica, sino el símbolo del Dios hecho hombre. La Iglesia enseña con claridad que los signos religiosos pertenecen al culto y a la transmisión de la fe, no a las campañas políticas ni a la propaganda social. Convertir la Sagrada Familia en un vehículo de activismo supone desintegrar el sentido espiritual del misterio de la Encarnación.
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