Frankreich: Vézelay versammelt mehr als 3.500 Scouts de Europa in einer historischen Pilgerfahrt

Frankreich: Vézelay versammelt mehr als 3.500 Scouts de Europa in einer historischen Pilgerfahrt

Por quincuagésimo año consecutivo, las colinas de Borgoña se convirtieron en el corazón espiritual de Europa. Del 30 de octubre al 2 de noviembre, cerca de 3.600 jóvenes Scouts d’Europe, procedentes de varios países del continente, participaron en el tradicional peregrinaje de Vézelay, un encuentro que une oración, fraternidad y compromiso cristiano. Este año, el evento —que conmemoró medio siglo de historia— atrajo especialmente a jóvenes nuevos en la Ruta, deseosos de descubrir la dimensión espiritual del escultismo católico.

Una generación que busca sentido y profundidad

En la iglesia de Notre-Dame-de-Saint-Père, a pocos kilómetros de Vézelay, unos 500 jóvenes de entre 17 y 19 años entonaban cantos litúrgicos al unísono en la misa de Todos los Santos. ¿Quién viene a Vézelay por primera vez?, preguntó Martin de Villeneuve, comisario nacional de la rama mayor de los Scouts d’Europe. Más de la mitad levantó la mano. Una imagen que habla por sí sola: el escultismo católico sigue siendo una escuela de fe y de vida interior para una juventud que busca sentido en medio del ruido digital y la superficialidad contemporánea.

Los jóvenes que llegan aquí descubren lo que ya casi no existe: silencio, oración y fraternidad auténtica, explicaba De Villeneuve. Cada jornada incluye un tiempo de hora de ruta, un momento diario de silencio y contemplación. Durante una hora, sin notificaciones ni pantallas, cada uno se interroga sobre el rumbo de su vida. Es un ejercicio que hoy parece imposible, pero que transforma el corazón.

La presencia belga, testimonio de comunión europea

Entre los miles de participantes, destacaron los 180 routiers belgas que viajaron a Francia para unirse al jubileo. Su presencia es fruto de una tradición que ya supera las cuatro décadas, consolidando una amistad entre los Scouts d’Europe de ambos países. Para nosotros, Vézelay es una experiencia que no tiene equivalente en Bélgica, contó David, un joven flamenco. Marchamos juntos, rezamos juntos, y cantamos con ellos… eso nos une más que cualquier frontera.

Pierre-Marie, jefe de grupo en Arlon, añadió: Venir aquí es vivir una auténtica comunidad de hombres, recargar energías para volver a nuestras familias, al trabajo, a la vida cotidiana.

El dominico Laurent Mathelot, desde el obispado de Lieja, compartió en redes sociales su entusiasmo: Imaginen 3.500 scouts que han caminado cuatro días, cocinado al fuego de leña y dormido a la intemperie. Y luego verlos llenar la basílica de Santa María Magdalena con sus cantos y su oración… Es un espectáculo de fe viva.

Una ruta que se convierte en escuela del alma

Más que un evento, el pèlerinage de Vézelay es una experiencia espiritual profunda. Durante cuatro días, los jóvenes recorren caminos rurales, alternando marcha, silencio, oración, adoración eucarística y vida fraterna. En los campamentos nocturnos, alrededor del fuego, los jefes y capellanes transmiten enseñanzas sobre el servicio, la vocación y el compromiso cristiano.

Este año jubilar, la basílica de Santa María Magdalena volvió a acoger la misa final, tras varios años de restauraciones. Fue el momento culminante: miles de voces masculinas resonando en el templo, entonando himnos que expresan una fe sencilla pero firme.

El Kyrie des gueux: la oración que abre el alma de los routiers

Al entrar a la basílica, los jóvenes Scouts d’Europe entonaron el Kyrie des gueux, un canto tradicional compuesto por Jacques Chailley e inspirado en el antiguo Wir zogen in das Feld, un himno militar alemán de 1540. Este himno se creó durante el peregrinaje rutero al Puy-en-Velay y desde entonces se ha convertido en símbolo espiritual de la Ruta.

Sus notas graves y su ritmo solemne evocan la humildad del pecador que, cansado y pobre, se postra ante Cristo para implorar su misericordia: Kyrie, eleison. En la penumbra de la basílica, miles de voces masculinas entonaron este canto ancestral con una fuerza que estremecía las piedras mismas del templo.

El Kyrie des gueux, transmitido de generación en generación, resume el espíritu de Vézelay: la unión entre la fuerza viril del compromiso y la ternura del alma cristiana, entre el combate interior y la oración que se eleva desde la debilidad humana hacia el cielo.

 

Fuentes: Famille Chrétienne / CathoBel