Deutschland: Tausende von Menschen marschierten für das Leben auf den Straßen von Berlin und Köln

Deutschland: Tausende von Menschen marschierten für das Leben auf den Straßen von Berlin und Köln

Miles de personas salieron a las calles de Berlín y Colonia el sábado 20 de septiembre para participar en la tradicional Marcha por la Vida, en defensa de la dignidad humana desde la concepción hasta la muerte natural.

Las concentraciones, que coincidieron con una manifestación similar en Zúrich y preceden a futuras marchas en Viena y Vilna, se desarrollaron pacíficamente pese a intentos de boicot por parte de grupos de izquierda, rápidamente contenidos por la policía.

Respaldo episcopal a los manifestantes

En Berlín, los fieles se reunieron cerca de la Puerta de Brandeburgo, acompañados por el obispo de Ratisbona, Mons. Rudolf Voderholzer, y el auxiliar de Berlín, Mons. Matthias Heinrich. En Colonia, el obispo auxiliar Dominik Schwaderlapp celebró la Santa Misa con los participantes antes de la marcha.

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, envió un mensaje subrayando que la vida es un don de Dios confiado al hombre y no un derecho que se adquiere.

Demandas políticas y rechazo a la eutanasia

La Federación Alemana por el Derecho a la Vida pidió estadísticas completas sobre el aborto, evaluaciones rigurosas en centros de asesoramiento y plena libertad de conciencia para médicos y sanitarios, incluso en formación. También reiteró que el suicidio asistido es una declaración de quiebra de la sociedad y reclamó más apoyo a hospicios y cuidados paliativos.

Un movimiento internacional en expansión

Ese mismo día, unas 2.000 personas marcharon en Zúrich, centrando el debate en los desafíos de la medicina prenatal y en el testimonio de sobrevivientes de abortos tardíos. En Lituania, la próxima marcha del 4 de octubre en Vilna será la mayor en más de tres décadas y se celebrará justo antes del debate parlamentario sobre una ley de salud reproductiva.

Los organizadores recalcaron que, en palabras del lituano Simonas Streikus:

la vida humana es la base de nuestra humanidad, un valor que nunca cambia y que debemos honrar con respeto, amor y protección.

 

Fuente: Aciprensa / Gaudium Press

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