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Mons. Schneider: Orar y buscar la luz de los santos

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mons. schneider En una extensa entrevista concedida recientemente, Monseñor Schneider nos anima a vivir el tiempo presente buscando como guía de conducta la presencia de santos que han brillado como luces en tiempos especialmente duros para la Iglesia. Su mensaje no es sólo de denuncia de algunas praxis que quieren llevarse a cabo sino de esperanza por la intervención de Dios en la Historia de la Iglesia a través de diferentes instrumentos. A continuación, dos de sus intervenciones más destacadas en este sentido. Confiemos en que el Espíritu Santo a través de su Iglesia siga dando hombres capaces de luchar por su santidad por encima de cualquier otra cosa y para que el Santo Padre nos confirme en la Fe tal como Cristo encomendó a Pedro. Estoy seguro de ambas cosas y rezo por ello. María, Madre de la Iglesia, ora pro nobis.   Excelencia, en una serie de entrevistas Ud. ha mencionado los intentos de manipular los procedimientos del Sínodo 2014. Muchos fieles de todo el mundo están ansiosos de que se estén haciendo intentos para manipular el Sínodo 2015. ¿Qué puede hacerse para detener tal manipulación? ¿Qué pueden los que no están directamente involucrados en el Sínodo hacer si surge evidencia de una renovada manipulación? [Mons. Athanasius Schneider:] Con el fin de detener tales manipulaciones debemos en primer lugar, implorar fervientemente la intervención Divina y celestial, para que las siguientes palabras de Dios se puedan realizar en nuestros días durante el próximo Sínodo: “Dios las tramas de los astutos desbarata, y sus manos no logran sus intrigas. Prende a los sabios en su astucia, el consejo de los sagaces se hace ciego” (Job 5: 12-13). Más aún, tenemos que exponer y defender la verdad Divina sobre el matrimonio y la familia en formas escritas y orales, ejercitando por este medio el servicio de la verdad como un gesto importante de nuestro amor por nuestro prójimo. Cuando existen seguros elementos de prueba se debe tratar de desenmascarar las maquinaciones de los falsos profetas dentro de la Iglesia. San Pedro, el primer Papa, escribió en su segunda Encíclica las siguientes palabras, que son aplicables a aquellos sacerdotes y obispos que enseñan en nuestros días la bondad del estilo de vida homosexual y la legitimidad de recibir la Sagrada Comunión por parte de quienes viven públicamente en una alianza adúltera: “Habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción. Muchos seguirán su libertinaje y, por causa de ellos, el Camino de la verdad será difamado. Traficarán con vosotros por codicia, con palabras artificiosas; desde hace tiempo su condenación no está ociosa, ni su perdición dormida.” (2 Pedro 2: 1-3). Su Excelencia, ¿durante este tiempo de confusión y desorientación sin precedentes en la Iglesia hay santos o escritos espirituales a los cuales acudir en busca de consuelo y aliento? ¿Podría compartir con nuestros lectores frases o ideas que nos alienten? [Mons. Athanasius Schneider:] Tenemos que buscar esos santos que brillaron como luces en períodos particularmente confusos de la Historia de la Iglesia. Entre el clero, me gustaría nombrar a San Atanasio sus sufrimientos y sus escritos sobre la historia de los Arrianos; San Gregorio VII, que intrépidamente defendió la castidad (contra el concubinato clerical y la sodomía) y la libertad (en contra de la interferencia del poder civil en los asuntos espirituales) de la Iglesia, la Esposa de Cristo; San Juan Fisher, que a costa de su vida fue el único obispo Inglés de su tiempo que defendió la indisolubilidad del matrimonio y la primacía del Papa; San Pío X que fue en sus palabras y en sus hechos extraordinariamente claro y valientes y nunca se doblegó ante la presión de la corrección política ni dentro ni fuera de la Iglesia. Entre los laicos se puede mencionar particularmente: Santa Catalina de Siena, Santo Tomás Moro, Gabriel García Moreno, el eminentemente pío y valiente Presidente de Ecuador, que fue asesinado en 1875 en “odium fidei” inmediatamente cuando salió de la iglesia en la que había pasado una hora en adoración Eucarística. El siervo de Dios Jerome Lejeune (+ 1994): fue condenado al ostracismo por la élite médica, académica y política, debido a su fuerte posición contra el aborto; no recibió un aumento de sueldo durante casi 20 años; sus becas para investigación fueron retiradas y se vio obligado a cerrar su laboratorio. Sería una gran ayuda espiritual para nosotros en nuestros días, en medio de la persecución desde fuera de la Iglesia y la marginación desde dentro de la Iglesia leer las biografías y escritos de los santos y siervos de Dios antes mencionados y especialmente la vida de los mártires. Leí en alguna parte esta frase, que puede animarnos: “No es importante lo que digan de nosotros hoy, sino lo que dirán de nosotros cien años después de nuestra muerte”.   Catholic Voice (traducido por Secretum Meum Mihi)

Comentarios
0 comentarios en “Mons. Schneider: Orar y buscar la luz de los santos
  1. Creo que se equivoca. La Iglesia, como su Fundador, es la misma «ayer, hoy y siempre». El Sínodo es un órgano consultivo. Tan sólo Pedro, asistido por el Espíritu Santo, tiene capacidad de decisión. Y siempre, sometido a Dios nuestro Señor.

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