PUBLICIDAD

Mis primeras Misas tridentinas

|

Misa tridentina No soy yo persona que en mi día a día haya estado muy pendiente de la información religiosa, más bien diría que en todo caso me he preocupado por mi formación cristiana (a veces más, a veces menos). No sé por qué razón –Dios sabrá-, poco a poco empecé a leer más y más noticias de este tipo. En una de éstas, me encontré con el hecho de que Benedicto XVI había publicado un Motu Proprio sobre la Misa según el modo extraordinario. Poco sabía de ella, apenas nada. Algunos artículos hacían referencia a su maravilla y a varios temas más positivos. Como siempre he sido muy curioso, seguí leyendo, hasta que me dije: “tengo que ir”. Como quien se mete en un mundo desconocido, empecé a buscar en Internet las iglesias en las que se celebraba. Eran horarios complicados para mí (no antes del alba ni similar), pero al final lo conseguí. Fui allí como quien va a un museo sin saber apenas leer. No entendía nada de lo que decían. Las partes, las intuía. Tan solo tres personas más y dos monaguillos ayudando al sacerdote. Me puse en el último asiento y pese a que había unos folletos para seguirlo, no sabía manejarlo bien. Al menos, me fijaba en quienes estaban delante de mí para ponerme de pie, de rodillas, etc, cuando fuera preciso. Así, me fui con una extraña sensación de “no me he enterado de nada pero tengo que volver”. Dos o tres veces más yendo, hicieron que al final me acercara al sacerdote, me presentara y le pidiera que me explicara cada una de las partes, lo cual hizo muy amablemente. Después de varios años, he acudido quizá 10 veces, no más, pero reconozco que me gusta mucho acudir y que sigo necesitando una profunda catequesis. Me atrae especialmente cuantas veces he de arrodillarme durante la Misa (y es que esperamos y luego comulgamos al auténtico Cristo en forma de pan), el latín –lengua oficial de la Iglesia- que me parece una lengua maravillosa para adorar a Dios y que tanta pena me da no haber podido seguir profundizando en mis estudios, el sacerdote y el pueblo orando y mirando hacia Oriente representando la luz que es nuestro Señor y el silencio durante una buena parte de la Misa que me hace poder centrarme y concentrarme frente al Misterio que tengo delante de mí. Lo que no me ha gustado y desecho son las comparaciones bruscas, los ataques a la Misa a la que voy el 99,99% de las veces. De abusos no quiero saber nada. Pero de una Misa bien celebrada no hay que echar porquería encima. Lo ha dicho el Cardenal Sarah: “Cada uno debe poder celebrar según su sensibilidad”. Por esta misma razón, pediría que hubiera más Misas tridentinas para que sea más fácil acudir a ella y una catequesis profunda para que todos, desde el conocimiento y como decía anteriormente, puedan acudir según su sensibilidad. La paz litúrgica, con la ayuda de Dios, tendrá lugar.

Comentarios
0 comentarios en “Mis primeras Misas tridentinas
  1. Catequesis. ¡Pero quién impartirá otra catequesis si precisamente por la catequesis postconciliar ha llegado esta catástrofe litúrgica de inicio y de fondo? No nos engañemos.
    ¿Había que actualizar algunos aspectos , ceremonial o rituales?. parece haber pocas dudas en eso. Pero las reformas precisamente han ido a vaciar el sentido y contenido de la Liturgia Sacramental en la que el Espíritu Santo trasmuta o convierte nuestras simples actuaciones y actividades humanas en Gracia santificante, en méritos o intensidad de gracia que antes se llamaban grados de gracia. Es lo que se ha barrido y ya no se tiene ni noción de lo que se decía «ex opere operantis»,. Que por algo se llamaba Santa Misa, lo que llevamos de nuestra vida realizado en la FE o Fe con Obras durante la semana , para que se nos santifique . No somos pelagianos ni priscialinistas que entienden que el hecho mismo de ser filántropo o altruista ya vale por sí mismo y es acepto a Dios, aunque pueda ser predisponente a la auténtica conversión.
    Esa es la cuestión, no precisamente el ritual aunque también como significante. No basta con decir Señor , Señor… no es solo la adoración de acción de gracias. Es la EU-caristía, la Buena Gracias que se nos induce y otorga además de las gracias dadas a Dios, la actividad que está realizada según Jesucristo y en Jesucristo. Y en tanto no se recupere el sentido efectivo y real de LITURGIA católica andaremos a tumbos y cada día más decadentes por mucho que nos resistamos.

  2. Puede desechar mis comentarios, pero las misas novus ordo han ahuyentado millones de católicos de la iglesia. Benedicto XVI le llamó la «liturgia banal». Y «el hundimiento de la liturgia». En Iberoamérica los protestantes han avanzado avasalladoramente, por el vaciamiento del contenido de la Santa Misa. Tengo plena fé que la Iglesia se va recuperar, volviendo a nuestras raíces verdaderamente católica, aunado a la sana doctrina y la catéquesis correcta.

  3. La misa novus ordo se parece a un servicio protestante como una gota de agua a otra. Y se puede concelebrar con un pastor. En cambio , la Santa Misa Tradicional, no se puede concelebrar. Tiene sus rúbricas bien establecidas. Pero las novus ordo dan mucho espacio para la creatividad.
    En varios, años , sólo diez veces? Yo desde la primera vez que fuí a una Misa Tridentina, no volví más al novus ordo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *