Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, lanza mensaje que es clamor por la paz ante la escalada de violencia en el Estado agudizada desde unos meses atrás después de la alternancia política.
En un mensaje, el obispo denuncia los signos de barbarie y muerte en Zacatecas cuando los cárteles del crimen organizado están en disputa por la plaza, estratégica en el control del narcotráfico. Noriega Barceló afirma que la violencia se ha hecho cotidiana donde la situación de cientos de familias es la incertidumbre “por el hijo desaparecido, por el esposo levantado, demasiados los lutos y duelos inconclusos”.
Y aunque los homicidios y la crueldad son prácticamente ordinarios, el llamado a avivar la esperanza es el ruego del obispo Noriega quien afirma lo inútil de repartir culpas y lamentarse por el pasado. La paz, como ha dicho el Papa Francisco en la Jornada 2022, es una tarea que requiere de “todos, pero no en abstracto, sino desde la realidad y responsabilidad de cada uno”, se lee en el mensaje.
La paz en Zacatecas solo llegará con la participación de todos, “gobierno, sociedad civil, instituciones educativas, asociaciones e iglesias” para asumir la responsabilidad por una sociedad más justa y pacífica. El obispo llama a “elevar la mirada al Padre de las Misericordias” por el don de la paz y confiar en el poder de la oración “que se ha ce con fe y humildad” para la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Unamos nuestra voz y corazón, para pedir a nuestro Padre Misericordioso que su Paz y Amor reine, especialmente hoy nos solidarizamos con nuestros hermanos de Zacatecas quienes sufren a causa de la violencia. ¡Dios sea fortaleza y esperanza! pic.twitter.com/uT3uPSMhR3
— Mons. Ramón Castro (@MonsRamonCastro) January 12, 2022
La violencia en Zacatecas demuestra toda su crudeza por los implacables homicidios y provocando un gran número de desplazados en el Estado. Ayer martes 11 de enero, tres policías municipales fueron asesinados en Fresnillo a plena luz del día. La madrugada del 6 de enero fueron abandonados diez cuerpos en una camioneta en la Plaza de Armas de la capital, frente a los palacios de gobierno y de justicia, calificado como el regalo de reyes del crimen organizado al gobernador del Estado.
Esta situación puede ser resultado del fin de la tregua entre cárteles rivales. A principios de diciembre, el alcalde de Valparaíso, municipio colindante con Jalisco, Durango y Nayarit, y estratégico en el control del narcotráfico, rogó por una tregua navideña para detener el clima de violencia.
En la disputa, Ismael Zambada García, el Mayo Zambada, líder del cártel del Sinaloa y Nemesio Oseguera, El Mencho, del cártel de Jalisco Nueva Generación, habrían acordado un cese al fuego criminal hasta el 7 de enero, tregua que serviría para el acostumbrado reparto de juguetes por día de reyes a los niños zacatecanos y que no es exclusiva de esa región, también en otras entidades como sucedió en Michoacán, donde sicarios del Mencho recorrieron comunidades pobres para dejar los regalos.
Según el sitio el Blog del Narco, la tregua se mantuvo “hasta el 7 de enero, ya que ambos grupos criminales organizaron la entrega de juguetes por el Día de Reyes, así como de roscas a la población, con la intención de que disculpen las molestias causadas por su guerra y pedir perdón a las «víctimas colaterales».”
A la fecha, Zacatecas recibe ayuda de la Federación con un plan de apoyo de seguridad que arrancó en noviembre pasado. Según la presidencia de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional, la acción de la Guardia Nacional ha disminuido la violencia y los homicidios, cosa que no parece coincidir con la realidad y el urgente llamado del obispo Noriega Barceló, especialmente cuando el gobernador del Estado, David Monreal, después del regalo de reyes del crimen organizado, se encomendó al Altísimo para detener la violencia del crimen como lo afirmó en sus redes sociales el 6 de enero: “Yo he dicho y sostengo, confío en la bendición de Dios y espero que hayamos llegado a tiempo para detener todo este deterioro”.