Revocación, ¿votar o no votar?

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Editorial Centro Católico Multimedial / Múltiples cuestionamientos ha tenido un ejercicio de participación directa de la ciudadanía. La revocación de mandato, este 10 de abril, convoca a más de 92 millones de ciudadanos para tachar en una boleta el respaldo al presidente de la República o bien rechazarlo por la pérdida de la confianza. Sin duda, un ejercicio inédito que, bien manejado, podría ser de las mejores soluciones para enderezar el rumbo de cualquier administración; sin embargo, fieles al estilo del antiguo régimen, los adictos cuatroeteros han traído de nuevo al escenario electoral, deleznables prácticas que deberían haberse acabado.

Una de las principales inquietudes sembradas entre la ciudadanía es participar o no en este ejercicio. Y las dudas se acrecientan cuando, por la manipulación de los funcionarios del partido en el poder, se han pasado por el arco del triunfo todas las leyes que impiden la promoción de la revocación, violando cada norma de la veda electoral. Si en el régimen del PRI, las cosas tendían a hacerse en lo oscurito para ocultar la autoría de los delincuentes electorales, en el actual régimen ya no hay ni siquiera un dejo de vergüenza cuando altos “servidores públicos” entran a los juegos ilegales convirtiéndolo en un instrumento de propaganda política en favor del presidente en funciones.

No obstante, la credibilidad de la política sostenida por el régimen cuatroetero han ido a la baja con múltiples señalamientos acerca de la viabilidad del actual sistema. Fincado en el populismo como eje y en la búsqueda del culpables en el pasado como acción para acrecentar la polarización entre la anacrónica y absurda división entre conservadores y liberales, las fallas emergen cada vez más preocupantes al no haber un oficio político por el bien común: violencia rampante, crisis de los derechos humanos, fracaso de instituciones de salud que se ofrecieron como la quintaesencia de un sistema que sería mejor que el de Dinamarca, el desastre de la pandemia con más de 300 mil mexicanos fallecidos, nepotismo y encubrimiento  de familiares corruptos e hijos que viven como sibaritas del sistema, funcionarios violando las leyes electorales, inflación descontrolada y nulo crecimiento económico, la Guardia Nacional hecha vulgar aparato de promoción del voto a favor del presidente, programas sociales opacos, obra pública sin licitaciones y destructora del medio ambiente, padres y madres de niños enfermos tomando las calles por falta de medicamentos, abrazos a los delincuentes y balazos a los periodistas… todos bajo sospecha si se cuestiona al presidente: O estás conmigo o estás contra mi…

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Pero este ejercicio de revocación tiene un punto a favor. Organizado por los ciudadanos, uno de los pocos organismos autónomos ha refrendado su capacidad y autonomía. El INE dará de nuevo ejemplo de ser institución probada y de leyes, a pesar de la salvaje embestida y del golpeteo al cual se le tiene sometido. Después de la revocación, su futuro es incierto y dependerá de los representantes en el Congreso de la Unión defender a este Instituto si apreciamos verdaderamente la democracia y la organización de las elecciones que han costado dolor y sangre al pueblo de México.

Como en cualquier sociedad que se precie de libertades y democrática, los obispos de México han dado su opinión en nombre de la Iglesia católica. “Somos ciudadanos del Reino de Dios y peregrinos hacia el cielo”, afirman y destacan que este ejercicio de democracia participativa es inédito e invitan a todos los fieles a “discernir en ambiente de oración, delante de Dios, para que cada uno decida si ha de participar o no, y en caso de hacerlo, en qué sentido deberá emitir su voto”. Los obispos no dejan de reconocer la madurez democrática alcanzada gracias al papel del INE como un instituto autónomo reconocido por muchas naciones.

¿Votar o no votar? Queda en la conciencia de cada elector. Lo importante es el ejercicio de la libertad para que, independientemente de nuestra decisión, la boleta depositada en la urna sea un acto de civilidad que no esté de rodillas ni manipulado por el poder demagógico y autoritario.

Comentarios
1 comentarios en “Revocación, ¿votar o no votar?
  1. Si hay serias posibilidades de que haya un pucherazo, no votar, que es a mi parecer lo que hay que hacer en España. Como se trata de un referendum en Méjico, es posible que el pucherazo sea más difícil de realizar.
    ¿300,000 muertos por Covid? El Covid ha sido probablemente el mayor fraude de la historia de la humanidad. El que falleció por cáncer o por un accidente de tráfico, murió por Covid. Como prohibieron las autopsias, es imposible saber cuantos muertos ha habido. Dado que el Covid es un fraude, y tal VIRUS NI EXISTE, pues nadie ha probado su existencia y autoridades sanitarias han tenido que reconocer que no es consta su existencia (eso se ha dado en muchos países como en España, porque el Ministerio de Sanidad fue obligado a responder a un juez. ¿Cómo es que en 2020, casi nadie murió de gripe?

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