VCNoticias / San Juan de los Lagos, Jalisco.- El arzobispo electo para San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, ha revelado sus primeras impresiones, preocupaciones, intenciones y peticiones tras el nombramiento que el papa Francisco le hiciera en días pasados. Lo central: Que desea unirse al proceso sinodal de la Iglesia en San Luis Potosí; pero también reveló que hará al Papa una petición especial para postergar su inicio de ministerio para poder celebrar el jubileo en su actual diócesis sanjuanense.
En encuentro con los medios de comunicación, Cavazos Arizpe reconoció que, como arzobispo de San Luis Potosí, deberá atender un trabajo «muy fuerte y muy profundo» para contrarrestar la pérdida de valores en la sociedad mexicana, especialmente respecto a los niveles de violencia y normalización de la misma.
El arzobispo electo adelantó que sostendrá reuniones con el clero potosino para ir integrándose en la dinámica administrativa y pastoral; recibirá en San Juan de los Lagos a las delegaciones de sacerdotes de San Luis Potosí y escuchará a los sacerdotes. Cavazos reconoció que siente un poco de preocupación por no poder cumplir con todo lo que la Iglesia local le llegue a solicitar; pero espera ser un impulsor de los proyectos que los párrocos y sacerdotes ya realizan en San Luis, así como los proyectos y planes pastorales que ya tienen buena respuesta de la feligresía.
«Voy con mis limitaciones, pero a unirme al camino que lleva la iglesia potosina», aseguró.
El arzobispo electo destacó los vínculos que tiene con San Luis Potosí a pesar de ser originario de Monterrey. Dijo ser «del mero Sanluisito» en la capital neoloenesa que es una colonia cuyo artesonado y desarrollo se debe en gran medida a artistas potosinos y cantera rosa. Además, relató el episodio cuando el primer arzobispo de San Luis Potosí, Arturo Antonio Szymanski Ramírez, le regaló un anillo bendecido en el Vaticano.
Cavazos reflexionó sobre los retos que se deben ir atendiendo desde la Iglesia, desde el coronavirus, la violencia, la pérdida de valores e incluso los detonantes del abuso sexual: «Todo eso es parte de lo que debe afrontar la Iglesia». Dijo que promoverá que se aborden de manera integral estos temas y que buscará espacios con el clero potosino para abordar estos desafíos.
Jorge Alberto Cavazos explicó que se unirá sinodalmente a los planes y las historias de San Luis Potosí y para empezar quiere llegar a visitar los siete barrios y también empezar a «trabajar con las personas maravillosas», que le permitirán incorporarse a un trabajo pastoral en condiciones de desarrollo.
Cavazos será el cuarto arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí y obispo número catorce de la provincia con cabecera en la capital potosina. Compartirá trabajo pastoral con los ahora arzobispos eméritos Luis Morales Reyes y Jesús Carlos Cabrero Romero, pero también con el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló; el de Ciudad Valles, Roberto Yenni García, y con el de Matehuala, Margarito Salazar Cárdenas.
El arzobispo electo reveló que, hasta el momento, sólo ha recibido la felicitación del alcalde de la capital, Enrique Francisco Galindo Ceballos. De cualquier manera, Cavazos dijo que trabajará con las autoridades civiles para ver la forma de dialogar e ir construyendo lazos fraternales para ayudar a los seres humanos, a los ciudadanos y a los fieles. Insistió en que es muy importante el diálogo y el encuentro con las autoridades y con los fieles.
Finalmente, Cavazos reconoció que tiene interés de permanecer en la diócesis de San Juan de los Lagos para la celebración del año jubilar de la Diócesis, el 29 de junio próximo. No obstante, las instrucciones canónicas es que el nuevo pastor debe tomar posesión de la diócesis encomendada por el pontífice romano en un plazo no mayor a los 60 días; así que, Cavazos adelantó que hará una solicitud muy concreta al papa Francisco para permitirle que prologue su estancia en Jalisco casi un mes más.
Cavazos dijo que será el Sumo Pontífice quien tomará la determinación pero no quiere dejar de acompañar a la diócesis que ha gobernado por seis años en esta fiesta jubilar.
«Me emociona positivamente lo que pueda ser mi experiencia como obispo, para conseguir metas profundas».
Por su parte, el arzobispo emérito de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, ofreció su última rueda de prensa a los medios informativos y en ella pidió a la feligresía y a los diversos sectores sociales «permanecer unidos frente a los nuevos retos políticos, económicos, de inseguridad y otros», pero también frente a la llegada de un nuevo líder de la comunidad católica.
Cabrero dijo que encontró «una Iglesia de claroscuros» a su llegada a la Arquidiócesis hace diez años y que procuró crear «una iglesia en movimiento», que funcionara con la precisión de una empresa desde el punto de vista organizacional, que no de lucro.
Dijo que, si bien logró muchos de los objetivos de su plan de trabajo pastoral, no se va satisfecho, aunque sí en paz.
Pidió a las y los fieles católicos respaldar a sus autoridades civiles, pues consideró que «el Gobierno no puede solo con todos los problemas» y aseguró haber tenido buenas relaciones con los tres gobernadores que le tocó conocer: Fernando Toranzo Fernández, Juan Manuel Carreras López y José Ricardo Gallardo Cardona.
Lamentó la muerte de 19 sacerdotes de la Arquidiócesis durante su ministerio y externó su preocupación por la escasez de vocaciones sacerdotales.
Citó problemas que le tocó enfrentar, «como los sacerdotes que cayeron en la cárcel» y consideró el caso del ahora exsacerdote Eduardo Córdova Bautista como asunto «cerrado» para la Iglesia Católica con la separación de éste del sacerdocio.
Explicó que el tema está en manos del Ministerio Público y que actualmente ignora el paradero del exreligioso señalado por múltiples casos de presunto abuso sexual de menores.
De lo que viene para él, Cabrero Romero expresó que estará al pendiente de la llegada de su relevo, el futuro arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, y que mientras tanto seguirá administrando la Arquidiócesis. Más adelante, dijo, «no les extrañe verme haciendo labor en las parroquias de la periferia o auxiliando en algún templo, como el de San Miguelito». (Con información El Pulso de SLP)