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Papa Francisco envía mensaje a participantes del VIII Congreso Eucarístico Nacional en México

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En ocasión del VIII Congreso Eucarístico Nacional que se lleva a cabo en la diócesis de Cuautitlán, del 8 al 12 de noviembre, el Papa Francisco dirigió un mensaje a los participantes provenientes de casi 50 arquidiócesis y diócesis de la Iglesia católica de México. Bajo el lema “Jesús eucaristía, quédate y camina con nosotros con Juan Diego como guía” con el  interés de presentar al vidente Juan Diego como ejemplo de espiritualidad eucarística.

San Juan Diego, “el dulce vidente del Tepeyac”, como le llamó san Juan Pablo II en ocasión de la visita que hizo a México en 1999 al canonizar al macehual, se presenta como protagonista; como afirma el Papa Francisco en su mensaje, con fecha de 3 de noviembre, es un “hombre en camino, en búsqueda de Dios” con quien podemos sentirnos identificados al ser también peregrinos y en búsqueda “necesitados de ese Dios que encontramos en el ministerio de la Iglesia, en la Palabra y en los sacramentos”.

Francisco también destaca un segundo rasgo que describe en su mensaje, aquel de la Virgen embarazada cuando María, “viste a la usanza del país y habla la lengua de los indígenas manifestando en ese gesto la grandeza de la encarnación del Hijo de Dios. Ella, recuerda, pidió a Juan Diego la construcción de un templo “para darnos a nosotros a posibilidad e revivir en la Eucaristía, en la Palabra y en el ministerio de la Iglesia, esta misma experiencia de encontrar a Jesús, hablarle, escucharle y sentir su presencia en nuestras vidas…”

Finalmente, el Papa, en un tercer rasgo, llama la atención acerca de los otros destinatarios, el primer obispo de México, Fray Juan de Zumárraga,  y el tío de san Juan Diego, Bernardino, a quienes Dios los sana de una “enfermedad natural o recelo comprensible” y son objeto de la gracia divina que sana sus corazones. Juan Diego estuvo atento a la enfermedad de su tío, así debe ser la Iglesia “debe estar atenta al dolor profundo del hombre para decirle, como María a Juan Diego, ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?”

En la conclusión del mensaje al Congreso Eucarístico, Francisco invita a construir el edificio, “una Iglesia donde el Señor se hace presente para nuestra salvación”.

El mensaje completo publicado por la diócesis de Cuautitlán puede leerse aquí.

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