Otro obispo mexicano “muy grave” por covid-19

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A través de un comunicado difundido el 8 de febrero, la diócesis de Mexicali reportó la preocupación por el estado de salud del obispo José Isidro Guerrero Macías a quien se le ha considerado “un paciente muy grave” por las complicaciones derivadas del covid-19.

La respuesta a los tratamientos “no ha sido la que se esperaba”, así el obispo fue nuevamente intubado tras las complicaciones. Fue el 13 de enero cuando la diócesis reportó las condiciones delicadas de salud que obligaron a la hospitalización para ser intubado según otro comunicado del 18 de enero mostrando cierto optimismo por una respuesta leve a los tratamientos aplicados.

El 21 de enero fue extubado afirmando que “ha ido respondiendo de manera satisfactoria a este procedimiento” quedando bajo “estricta” vigilancia en la unidad de cuidados intensivos con pronósticos “esperanzadores” y otro parte informativo del 25 de enero dio cuenta de una respuesta satisfactoria del paciente con terapia pulmonar y bajo hospitalización.

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Sin embargo, este optimismo dio un drástico giro cuando el 27 de enero se manifestaron complicaciones en los pulmones del paciente para ser nuevamente intubado declarando el “estado delicado de salud” y aunque el 1 de febrero se informó de leves mejorías, el 8 de febrero los especialistas declararon al paciente como “muy grave” e incluso, el obispado de Mexicali publicó una carta de agradecimiento del obispo Guerrero Macías, fechada el 22 de enero, la cual no pudo ser firmada debido al deterioro de la salud de prelado.

El III obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero Macías, nació en Sinaloa en 1952. Ordenado en 1973 es licenciado en teología moral y pastoral además de contar con estudios de arqueología sagrada. Como presbítero del clero de Culiacán realizó diversos servicios y ministerios particularmente en la formación sacerdotal hasta su designación al episcopado en mayo de 1997 y suceder a José Ulises Macías Salcedo y consagrado en septiembre de ese año por la imposición de manos del desaparecido nuncio apostólico Justo Mullor García.

 

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