En reciente entrega, el Observatorio laico alojado en el sitio de la Conferencia del Episcopado Mexicano analiza las implicaciones del crimen organizado y el gobierno de López Obrador. En el reporte “La Cuarta Transformación, régimen controlado por la delincuencia”, parte de algunas preguntas en las que destaca: ¿De qué tamaño es el horror en el que se desenvuelve el actual gobierno? ¿Podemos estar callados y expectantes ante el dominio del mal?
El documento indica que “el control delincuencial del país avanza inexorablemente…, los hechos son contundentes y la libertad e impunidad de este avance del crimen organizado es más que patente y verificable”. Admite que el régimen de MORENA es la “calca” de La Quinta República Bolivariana de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela y la herencia que deja a los mexicanos es triste, una “herencia de muerte” sustentada por la frialdad de los números.
Destacando las cifras de horror sobre desapariciones, fosas clandestinas, masacres o desplazados, datos que apoya con análisis de diversas organizaciones de la sociedad civil, el Observatorio señala que detrás de esta demencial ola de violencia y sangre están las bandas del crimen organizado cuyo “poder” jamás había sido tan evidente en el territorio mexicano: “el control territorial y de población sometida a la acción y voluntad de los criminales no se había percibido nunca antes con tanta fuerza y exhibición pública como ahora. De la misma manera, el poder de los criminales está presente en sectores y esferas no vistas anteriormente”.
Destaca los sucesos de violencia que han desplazado a decenas de chiapanecos hacia Guatemala; así afirma que el crimen organizado realiza sus acciones en contra de comunidades pobres o bien contra líderes empresariales como fueron los recientes ataques y asesinatos de la presidenta de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola en Baja California y del presidente de la Cámara de Comercio en Matamoros, Tamaulipas.
Para el Observatorio, si bien hubo violencia en anteriores gobiernos, en la presente administración la impunidad sería resultado de una alianza entre el gobierno y los líderes delincuenciales, cárteles “de toda ralea”, se están apoderando de México y sentencia: “Se trata de uno de los más grandes males propiciado por la actual clase política”.
El reporte completo puede ser leído aquí
