- *CEM recomienda “dispensa” de precepto dominical y suspender misas
- *A pesar de la contingencia, diócesis van adelante con misas y apertura de templos en medio de la contingencia. Instan a endurecer medidas de higiene y cuidados preventivos.
- *El arzobispado de México pide a párrocos «seguir celebrando misas» en horarios habituales
- Desde 1926 no se había restringido el culto público nacional
*CEM recomienda “dispensa” de precepto dominical y suspender misas
*A pesar de la contingencia, diócesis van adelante con misas y apertura de templos en medio de la contingencia. Instan a endurecer medidas de higiene y cuidados preventivos.
*El arzobispado de México pide a párrocos «seguir celebrando misas» en horarios habituales
Desde 1926 no se había restringido el culto público nacional
17.03.2020 | Guillermo Gazanini Espinoza
El pasado sábado 14 de marzo, la Conferencia del Episcopado Mexicano hizo circular entre sus miembros, un documento recomendando fortalecer las medidas de control e higiene en comunidades parroquiales por la expansión del coronavirus. En el mismo, no descartó “suprimir más adelante los servicios litúrgicos, esto previendo la consulta previa a las autoridades civiles, y teniendo en cuenta el desarrollo de la pandemia en nuestro país”.
Sin embargo, adelantándose al Episcopado Mexicano, ese mismo sábado, el propio presidente y arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, emitió un decreto por el que otorgó la “dispensa general de la misa dominical” y aunque en el mismo no se ordena el cierre de templos, se determina dispensar de la obligatoriedad de la misa a todos los fieles quienes, “en conciencia” no consideren oportuna la asistencia a las eucaristías.
Esta tarde de lunes 16 de marzo, la CEM da otro paso por el que recomienda a los arzobispos de las 19 provincias y a los 76 obispos residenciales, de eparquías y de prelaturas, “suspender” celebraciones eucarísticas dominicales en los templos parroquiales, santuarios y capellanías, en virtud de las reuniones con las autoridades de salud por el incremento de casos de infectados por coronavirus, una decisión inédita en la historia contemporánea que recordó aquélla de 1926 cuando los obispos de México decidieron cerrar templos y suspender los actos de culto público tras la publicación y endurecimiento de las leyes anticlericales del gobierno de Plutarco Elías Calles.
Las medidas publicadas en el comunicado por el Covid-19, determinan entre otras cosas:
*Suspender encuentros donde se den aglomeraciones como son clases de catequesis, encuentros y retiros.
*Transmitir la celebración de la misa en medios de comunicación y de plataformas digitales.
*La apertura de los templos en los tiempos de contingencias para la oración personal y comunitaria (sic) donde se impulsa la exposición del Santísimo Sacramento para la oración y adoración en lo que podría ser, en cierto sentido, una contravención que podría reunir un número grande de fieles dado el arraigo que en ciertas regiones del país tienen las horas santas y la devoción al Santísimo Sacramento particularmente en los jueves eucarísticos.
Sin embargo, las indicaciones fueron recibidas con distintas interpretaciones que han causado desconcierto mientras la población católica reacciona con asombro por la desinformación generalizada y hasta de cierta decepción y enojo.
Mons. Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, decidió ser más radical al “suspender la celebración de la Santa Misa con la asistencia del pueblo y de toda celebración o asamblea de nuestra Iglesia como las confesiones decanatales, el catecismo, las misiones y los viacrucis”. La justificación del arzobispo llevó a la conclusión de que, a falta de sacramentos, se abren los “caminos infinitos de Dios” y así su gracia no falta a quien la pide con fe como se afirma en un mensaje episcopal.
Incluso Mons. Rodríguez Vega afirmó que el tiempo del coronavirus, el cual no tiene ninguna otra restricción de aislamiento o de cuarentena para la población en México al momento, es “insólito” para propiciar las reuniones y convivencia familiares exhortando a leer en casa las lecturas diarias de la misa, de oración conjunta, de celebrar actos piadosos e incluso de “ver alguna buena película que puede ser sobre la vida de algún santo o alguna película bíblica”.
CUERNAVACA Y PAPANTLA DECIDEN NO SUSPENDER MISAS
Inmediatamente después del comunicado de la CEM, diócesis decantaron por seguir adelante en la celebración dominical con el reforzamiento de medidas de higiene y de cuidados para prevenir contagios.
Mons. Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca, instruyó la suspensión de actividades de conjunto; sin embargo, indicó que la eucaristía se podrá seguir celebrando e instó a aumentar el número de celebraciones para que haya “mejor distribución de fieles”. Además, los templos de Cuernavaca seguirán abiertos para la oración de los fieles teniendo como prioridad “la súplica por los enfermos y para que Dios preserve la salud de alma y cuerpo”.
Mons. José Trinidad Zapata Ortiz, obispo de Papantla, reiteró al presbiterio la posibilidad de celebrar la misa entre semana con las medidas higiénicas e introduciendo una novedad litúrgica para que los fieles puedan disponer de la comunión de forma segura: “Que la comunión se vaya poniendo sobre un corporal en una bandeja y de ahí la toma el feligrés para llevársela a la boca (esto permite después purificar el corporal)”. Aunque estas disposiciones sirven para las celebraciones de días ordinarios, Zapata Ortiz advirtió que “después” dará otro comunicado acerca de las celebraciones dominicales.
ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO, PASMADA
Mientras el cardenal Aguiar daba posesión a uno de sus favoritos como vicario episcopal de la VII vicaría esta tarde de lunes 16 de marzo, la confusión reinaba entre el presbiterio arquidiocesano por no tener claridad en cuanto a la forma de celebrar ni las indicaciones pertinentes en torno al comunicado de la CEM. “No sabemos nada”, era el reclamo de sacerdotes ante el vacío de la comunicación mientras que en los sitios oficiales sólo se destacaba la tímida oración de Aguiar el domingo 15 de marzo en Basílica de Guadalupe y un recuadro aludiendo a la toma de posesión del vicario Miguel Ángel Urban en la parroquia de san Jacinto donde incluso se vio al arzobispo de México siendo tocado por fieles asistentes.
Al momento de la edición de esta nota -madrugada del 17 de marzo, tiempo de México- no había comunicado alguno de la arquidiócesis de México. Esto tiene especial relevancia debido a que Basílica de Guadalupe, asentada en el territorio de Ciudad de México y bajo el cuidado pastoral del sucesor de Fr. Juan de Zumárraga y del cabildo de Guadalupe, integrado por el clero diocesano, reúne todos los días a miles de fieles y peregrinaciones siendo de especial atención las multitudinarias misas dominicales que llegan a concentrar a más de 10 mil personas. De esto ni el Episcopado Mexicano ni la arquidiócesis primada han dado indicación clara alguna.
Por otro lado, está en vilo la elevación al episcopado de los nuevos auxiliares de Carlos Aguiar Retes,Luis Manuel Pérez Raygoza, Héctor Mario Pérez Villarreal y Francisco Daniel Rivera Sánchez, para ser consagrados este jueves 19 de marzo. Si bien la ordenación sería de las últimas celebraciones multitudinarias en Basílica, los riesgos que implica ya el coronavirus en la capital del país aplazarían dicho evento hasta que pase la contingencia. Un capítulo inédito en la historia del arzobispado de México que, al momento, sólo atina en guardar silencio.
ACTUALIZACIÓN
Arzobispo de México determina apertura de templos
Conforme se venía reportando, pasado el mediodía, tiempo de México central, el arzobispo Carlos Aguiar emite dos comunicados por los que se instruyen ciertas medidas para la celebración de las misas.
De acuerdo con el primer comunicado, el purpurado afirma que las medidas obedecen a la responsabilidad de «cuidar con amor paternal al pueblo santo de Dios que se me ha encomendado». De esta forma, determina la dispensa del precepto dominical; sin embargo, determina la apertura de los templos de la arquidiócesis de México que «continuarán al servicio de los fieles alentando, con la prudencia necesaria, la oración necesaria que estos tiempos necesitan».
No obstante, la dispensa no libera a los párrocos de celebrar. En este sentido, pide a los párrocos «continuar celebrando la Santa Misa en sus horarios habituales tanto en domingo como entre semana, pero recomiendo seguir las indicaciones de las autoridades de guardar una distancia mínima de un metro entre los asistentes». Deja a los celebrantes buscar espacios al aire libre para las celebraciones «en la medida que sea posible».
Aunque las misas pueden seguir celebrándose en los templos, el arzobispo busca potencializar recursos digitales. Además de dos medios de comunicación abierta a los cuales agradeció «por apoyarnos con la transmisión semanal de la Santa Misa durante este período», es decir, la dominical de mediodía en Basílica de Guadalupe, se invita a los espectadores a echar mano de los sistemas del arzobispado de México. Ordenó suspender la versión impresa del semanario para «potencializar» esfuerzos en el sitio web y redes sociales «con contenidos que favorezcan el crecimiento espiritual de los lectores en momentos difíciles.
El jueves 19 de marzo, Luis Manuel Pérez Raygoza, Héctor Mario Pérez Villarreal y Francisco Daniel Rivera Sánchez serán ordenados obispos en Basílica de Guadalupe. Como se venía anunciando en este blog, este hecho acontece cuando ya se han dado indicaciones para suspender cualquier acto multitudinario.
La elevación al episcopado de estos auxiliares será muy peculiar puesto que sólo quienes tengan invitación en mano serán capaces de ingresar a Basílica: «En dicha celebración sólo podrán participar los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y aquellas personas que hayan recibido una invitación impresa o un pase de acceso. Agradezco que comprendan la razón de esta medida».
Aguiar Retes invitó a los fieles a unirse a la celebración a través de redes sociales particularmente en las transmisiones de Basílica de Guadalupe y del semanario arquidiocesano.