En su acostumbrado mensaje semanal y en ocasión de la festividad de la Santísima Trinidad, este domingo 12 de junio, el arzobispo de Monterrey y presidente de los obispos de México, Rogelio Cabrera López, dio a conocer su aislamiento ante el contagio de covid-19 que padeció:
Buenos días, les dirijo este mensaje desde la capilla de la casa episcopal. El día de hoy no pude presidir la eucaristía en la catedral debido a que estuve contagiado de covid; espero, en pocos días, salir de mi cuarentena. Me encuentro perfectamente bien de salud, pero agradezco las oraciones que puedan hacer por mi…
En el mismo mensaje en el que reflexionó sobre el misterio trinitario y el amor de Dios, el arzobispo Cabrera apuntó algunas recomendaciones, especialmente por situaciones críticas que vive el país, la arquidiócesis de Monterrey y por el ascenso de contagios de covid-19 que se reportan a lo largo y ancho del país.
Pidió a los fieles reflejar la presencia de la Trinidad en la vida para que todos puedan creer, recordando especialmente a las víctimas de desapariciones forzadas:
Quiero invitarles, especialmente, a que demostremos nuestra solidaridad, a no olvidarnos de aquellos hermanos y hermanas que viven en situaciones de angustia por sus seres queridos desaparecidos. Lamentablemente, conforme pasa el tiempo, parecería que los casos están quedando en el olvido o al menos eso podemos apreciar al no conocer los resultados sobre las acciones que se están implementando para solucionar estas denuncias y, al mismo tiempo, reforzar las medidas de seguridad en la sociedad…
Por otro lado, la crisis que vive el estado de Nuevo león por la falta de agua ha llevado a racionalizar el consumo de forma extrema. Llamó a hacer presente el amor de Dios a través de la responsabilidad en su uso y cuidado.
Cabrera López abundó sobre el aumento de contagios por covid-19 y animó a los fieles a no bajar la guardia, especialmente al interior de los templos, recomendando la comunión en la mano, aunque no negarla a quienes pidan la sagrada forma en la boca:
Finalmente, y ante el incremento de los contagios en nuestra entidad, pido a los sacerdotes que mantengamos vigentes las normas del cuidado en nuestras comunidades, así como la impartición de la sagrada comunión en la mano de los fieles. Si algún fiel insistiera en recibirla en la boca, se la pueden dar. Si bien, en algunas diócesis del país, los obispos han permitido el que se comparta la comunión en la boca, en nuestra arquidiócesis hemos decidido esperar con esta medida dado que ha habido incremento en los contagios de covid-19. Es importante la prevención, es muy importante que nos cuidemos unos a otros. No se olviden, hay que cuidar a nuestro prójimo, hay que cuidar el agua, hay que cuidar nuestro amor que Dios ha depositado en nuestros corazones…
De acuerdo con el 22 reporte del Centro Católico Multimedial, que abarca del Del 15 septiembre de 2021 al 14 de enero, 2022, en la pandemia, el Episcopado mexicano perdió siete obispos, cuatro eméritos, un auxiliar y dos en ejercicio del gobierno pastoral debido al covid-19. Hasta el 14 de enero, eran 38 casos obispos los que padecieron la enfermedad, en diversas gravedad. Posteriormente, murieron dos, elevando la cifra a nueve prelados fallecidos por el virus.
Hasta enero, los últimos prelados que habían reportado tener la enfermedad fueron: Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, emérito de San Cristóbal; Onésimo Cepeda Silva, emérito de Ecatepec quien perdió la vida; Adolfo Miguel Castaño Contreras, obispo de Azcapotzalco; Eugenio Lira Rugarcía, obispo de Matamoros; Francisco González Ramos, obispo de Izcalli; Fidencio López Plaza, obispo de Querétaro; Roberto Yenny García, obispo de Ciudad Valles y José Isidro Guerrero Macías, obispo de Mexicali, quien falleció después de seis semanas de hospitalización.
