Arquimedios Guadalajara / A propósito de la conmemoración del día mundial de la población el pasado 11 de julio, habría que tomar conciencia de la injusticia en el reparto de la riqueza que se presenta a nivel mundial donde México no queda muy bien parado. La extrema desigualdad del país se ve reflejada en una debilitación de las instituciones con leyes lo suficientemente flexibles para ser violadas si se cuenta con el dinero suficiente.
La desigualdad en el mundo y en nuestro país ha alcanzado niveles indignantes. De acuerdo a Oxfam (2023), entre 2019 y diciembre de 2021, la riqueza generada a nivel mundial ascendió a 42 billones de dólares. 26 billones (63%) fueron acaparados por el 1% más rico, mientras que los otros 16 billones (37%) se repartieron entre el 99% restante de la población mundial; traducido a números más simples: el 99% de la población mundial posee menos riqueza que el 1% más rico.
De acuerdo con el Índice de Competitividad Internacional 2022, México tiene un coeficiente de Gini (método utilizado para medir la desigualdad) de 45.4, mientras que en la muestra de países ponderados el promedio es de 36.85, por lo que México se ubica en el lugar 37 de este indicador.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, durante el primer trimestre del 2023, la cantidad de habitantes de México es de 129 millones de personas, 52% mujeres y 48% hombres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en mayo de 2023, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 60 millones de personas, lo que implicó una Tasa de Participación de 60 por ciento.
Sin embargo, del total de esta cifra, el 51.3% de la población ocupada de entre 25-64 años, trabaja de manera informal, por lo que no tiene acceso a prestaciones sociales y otros derechos laborales que ajustan el tema de la desigualdad.
A pesar de esto, ningún gobierno ha sido capaz de lograr combatir el problema de la desigualdad quizás porque la solución no está únicamente en el diseño e implementación de políticas redistributivas, sin que esto se malinterprete como una negación a las mismas.
Para lograrlo, es necesario ampliar el panorama desde una visión transversal, una visión que considere la importancia de políticas fiscales adecuadas para la contribución equitativa de todos los sectores de la población, a la par de una concientización en sectores poblacionales que no saben cómo viven los demás porque no los conocen, impuestos progresivos para las grandes riquezas, mayor inversión pública en infraestructura social, alentar la participación del gobierno federal en discusiones y acuerdos fiscales regionales para potencializar el desarrollo de América Central y Sudamérica ya que son regiones que no se han explorado y tienen más similitudes con nuestro país, que los vecinos del norte.
Hagamos conciencia y busquemos soluciones a una problemática nacional y mundial que termina por impactarnos a todos de manera directa e indirecta.
Nos leemos la siguiente semana y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios informados que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.
Día Mundial de la Población La desigualdad del país debilita las instituciones