Felipe Monroy. VC Noticias / Ciudad de México.- De nueva cuenta, la Iglesia católica ha reiterado su denuncia contra las autoridades mexicanas por el recrudecimiento de acciones de represión y contención de flujos migratorios en el territorio nacional; en nombre de los coordinadores de pastoral de migrantes y directores de albergues migratorios católicos, el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, lamentó que el actual gobierno mexicano «se aleja cada vez más de un visión humanitaria para la atención integral de las personas en contexto de migración».
El obispo, titular de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, compartió a la opinión pública que tras los trabajos del Encuentro Nacional de coordinadores de pastoral de Pastoral de la Movilidad Humana y de Directores de Casas del Migrante de la Iglesia en México, se verificó que en diversas partes del país las autoridades federales ponen en riesgo a millares de migrantes a delitos como secuestros, desapariciones forzadas, homicidios, detenciones ilegales e indignos hacinamientos.
«Con tristeza vemos que la actual política migratoria del Gobierno de México ha recrudecido sus acciones de contención a los flujos migratorios y se aleja cada vez más de una visión humanitaria… Consideramos que el Gobierno de México ha evadido su responsabilidad de proteger y garantizar el ejercicio de los derechos humanos de las personas en situación de vulnerabilidad, como lo son las personas migrantes», declararon las instituciones católicas de auxilio a migrantes.
Estos organismos de la Iglesia también lamentan que ninguna autoridad pública apoye la labor de las casas y albergues de migrantes operados por asociaciones religiosas o civiles y que el propio gobierno «sea omiso en cumplir con el mandato de promover y defender los derechos humanos de todas las personas, sin importar su nacionalidad, credo religioso, o situación migratoria».
Torres Campos considera preocupante que las autoridades mexicanas continúen las prácticas de militarización y represión hacia las personas migrantes «lo que ha derivado en múltiples violaciones a los derechos humanos».
«Insistimos en establecer otras alternativas a la detención y a la regularización migratoria, para encontrar caminos más humanos y sin violencia a través del cual puedan transitar las personas migrantes. Hacemos un respetuoso pero enérgico llamado al Gobierno de México, para que su política migratoria abandone la represión hacia las personas migrantes, y cumpla con la encomienda constitucional de hacer efectivos los derechos humanos de todas y todos».
A pregunta expresa, el obispo Torres Campos lamentó que los más recientes planteamientos entre México y Estados Unidos sobre el establecimiento de nuevos programas de apoyo económico en los países centro y sudamericanos que desincentiven la migración no sean del todo creíbles:
«Llega un momento de desconfianza; no sabe uno si creer o no creer, si son sinceros o no en estos proyectos. Pero quizá en el fondo sean apariencias. Son algo superficial. Porque falta realmente atender las causas de fondo de por qué se migra. Hay que esperar… falta más compromiso, más aterrizar los proyectos más desde las causas, desde el fondo. No vemos muy claro este asunto».
En su posicionamiento, las organizaciones católicas que trabajan en la atención de migrantes aseguraron que existen «caminos más fraternos para la movilidad humana»: «No queremos que se repitan más ‘san fernandos’ o más ‘cadereytas’ [sitios donde se cometieron atrocidades masivas contra migrantes], no queremos ver más muertes ni dolor, no queremos un México en donde se separen a las familias migrantes».
Y reclamaron: «No queremos un país en donde las autoridades municipales, estatales y federales sean cómplices de la delincuencia organizada… ni donde se trafique con el cuerpo y el dolor de personas extranjeras que decidieron migrar para encontrar una vida mejor».
